La selección francesa acaba de protagonizar el momento más potente del torneo masculino de baloncesto de estos Juegos Olímpicos. Con minuto y medio restantes y diez puntos arriba, la afición parisina entonó La Marsellesa al unísono. Se sabían ganadores y el éxtasis se apoderó del Bercy Arena cuando la posesión acabó con un triple desde el logo de Evan Fournier después de jugar a las cuatro esquinas. Francia está en semifinales. Canadá, favorita prohibitiva junto a Estados Unidos, vuelve a casa.
La de hoy ha sido una jornada de remontadas. Tanto Alemania como Serbia comenzaron perdiendo sus envites de cuartos con cierta claridad. Y lo mismo hizo Canadá, superada desde el salto final por los franceses. Especialmente en el plano de lo físico. Las sorpresas no se acababan ahí, ya que Vincent Collet decidió salir a cancha sin Rudy Gobert en el quinteto inicial por primera vez en el torneo y prácticamente en su carrera FIBA. Apenas contó el pívot, que acabó con 3:41 minutos de juego exclusivamente disputados en el segundo cuarto.
Esto tenía como idea espaciar la zona para el dominio de Victor Wembanyama ante el punto débil más obvio que habían mostrado los canadienses en el torneo. Curiosamente, no fue Wemby quien lideró el fuerte inicio de los de Collet. Al menos en ataque. Pues fue un puñetazo sobre la mesa fundamentado en figuras secundarias como Isaia Cordinier (20 puntos), Guerschon Yabusele (22 puntos) y Mathias Lessort (13 puntos). El poderío interior de estos colapsó el ataque de Canadá, de nuevo muy fallón desde el exterior y, en este caso, visiblemente falso de ideas. Y, en el otro lado, generó 25 tiros libres en la primera parte (acabaron con 41, la cuarta marca más alta del torneo en fase eliminatoria desde el profesionalismo, según apunta Sergio Rabinal) Fue un monólogo que acabó con Francia 16 arriba al descanso.
La épica de Shai
No mejoraron las cosas tras el parón a pesar de que Jordi Fernández lo intentase con la introducción del interior Khem Birch. Al que situó por momentos junto a Dwight Powell. Logró esto minimizar la debilidad defensiva, pero el ataque seguía siendo un secarral en el que solo Shai Gilgeous-Alexander comenzó a alzar la voz a base de suspensiones imposibles y penetraciones con cinco defensores colgados de su pechera. El de los Thunder se fue a los 27 puntos, pero sufrió una potente sensación de soledad durante todo el partido.
Los problemas de faltas fueron echando del encuentro también a Dillon Brooks, R.J. Barret y Lu Dort. A Jamal Murray si se le esperó, pero no le dio por aparecer. Pero Canadá iba recortando la desventaja por heroicidad de Shai y demérito francés. Que también sufrieron un apagón ofensivo en el tercer cuarto. El guion del partido siguió discurriendo similar hasta el tramo final, donde un nuevo arreón de Yabusele, la aparición de Evan Fournier y unos excelentes minutos de Wembanyama a ambos lados de la cancha sellaron una sorpresa que ya no era tal.
Al compás de su himno nacional, los anfitriones espantan sus fantasmas y se citan con Alemania, otra de las favoritas. Y después de lo visto en esta jornada, ya no cabe hacer demasiados vaticinios.
(Fotografía de portada de Jamie Squire/Getty Images)