Francia se ha regalado a su pueblo llano, ese que construye su génesis como Estado moderno, para colarse en la final de los Juegos Olímpicos. Ya lo hizo en Tokio hace tres años, pero ahora lo rubrica en su casa y ante su público tras haber eliminado a dos de las máximas favoritas al título. Los galos ya esperan rival tras sobreponerse a la selección alemana por 73-69.
La venganza se sirve en plato frío y los franceses aprendieron la lección del serio correctivo que les endosó Alemania en la fase de grupos. Aunque esta Francia es otra. Comenzó la selección teutona, eso sí, mandando con un gran Franz Wagner y un Andreas Obst que amenazaba con enchufar todo lo que no había enchufado en el torneo. 12-2 de parcial que hacía saltar las alarmas. Alemania estaba siendo, Estados Unidos aparte, el combinado más brillante del campeonato sobre todo en torno a la verticalidad de sus dos estrellas y la profundidad de su plantel. Fortalezas que, una vez fueron llegando al partido, los franceses lograron cortar de raíz.
De los errores se aprende
Tras terminar el primer cuarto con buenas sensaciones tras un mal inicio, los anfitriones echaron el cierre en defensa dejando a Alemania en tan solo 8 puntos en el segundo cuarto. Los de Vincent Collet plantearon una defensa de cambios constantes y ayudas tempranas al perímetro que no dejaron espacio para los arranques de Dennis Schröder y Franz Wagner, a quienes negaban la recepción en cuanto soltaban el balón, abortando cualquier creación desde el bote. Esto, un inexpugnable Victor Wembanyama en la zona y un increíble trabajo de persecución tras bloqueos ejemplificado como nadie por Nico Batum fue el principal argumento de les bleus.
Todo ello sin contar con el presumible mejor defensor del mundo, ya que Rudy Gobert volvió a quedarse en unos pírricos cinco minutos. Mientras, la realización se centraba en su dedo entablillado como echándole un capote.
El ataque aún no fluía, pero sí iban cayendo canastas rápidas en situación de transición y fruto de aprovechar ventajas de emparejamiento. Como ante Canadá, no fueron los grandes nombres quienes lucieron como estrellas. Y volvieron a ser Isaia Cordinier, Mathias Lessort y Guerschon Yabusele quienes terminaron de cambiar el signo del partido. El jugador del Real Madrid protagonizó un inicio rutilante de segunda parte, poderoso mate incluido ante la incapacidad de Johannes Voigtmann. El físico de Francia se imponía una y otra vez en cuanto Daniel Theis y Mo Wagner se ausentaban de la pintura defensiva.
Fue un partido, como está siendo el torneo en general, marcado por el desacierto en el triple. La anotación exterior no comportó un factor en todo el encuentro y empujó la anotación a un interior a menudo repleto de cuerpos. Apenas se vieron 16 aciertos de tres, repartidos en 6/27 (22%) para Francia y 10/34 (29%) para Alemania.
Llegaron así los galos seis arriba al último cuarto, donde iban a seguir aumentando su ventaja alimentados por una defensa incansable. Frank Ntilikina se sumó a la fiesta del agobio para drenar las últimas energías de Schröder y solo el bajo ritmo y arreones puntuales mantuvieron a Alemania en el partido. Ni Isaac Bonga, ni Theis, ni el mayor de los Wagner aparecieron. Mo de hecho se veía una y otra vez expulsado de la zona por el poderío francés. Dada la tesitura, costaba explicar que Alemania mantuviese las constantes vitales encarando el final.
Franz Wagner seguía sin anotar desde el primer cuarto (donde metió 7 de sus 10 puntos). Y así se mantuvo hasta un triple lejano que hacía soñar a los alemanes a un minuto del final y colocando a su equipo a solo dos puntos. Dos posesiones después, una pérdida suya tras recuperación iniciaba el juego de los tiros libres del que Francia salió victoriosa a pesar de fallos de Lessort y Wemby desde la personal.
Tiene trampa esta final, pues Francia no es la del inicio del torneo. La anfitriona ha logrado cambiar su sino en dos partidos donde no le ha importado dar de lado a dos de sus jugadores más brillantes sobre el papel. Solo Wembanyama ha sido intocable en el trío de jerarcas que a priori formaban él, Evan Fournier y Rudy Gobert. La selección de Francia en los Juegos Olímpicos de París 2024 es del proletariado. Como si estuviese escrito.
(Fotografía de portada de Gregory Shamus/Getty Images)