New Orleans ha acumulado elogios a los largo de la temporada, y con razón. En una Conferencia Oeste que se ha ‘asalvajado’ por momentos, los de Luisiana encontraron un sitio privilegiado a base de seriedad y diversidad en su juego. Con un Zion Williamson sano y un interesante grupo de jóvenes dando un paso al frente, han estado casi de manera continua en puestos de clasificación directa a playoffs; y decimos casi porque se han venido abajo en el peor momento posible.
Cuando ha llegado la hora de dar el acelerón definitivo, la lesión de Brandon Ingram les ha golpeado con todo. El alero debe volver en breve, pero parece que lo hará simplemente para comprobar in situ que finalmente deben disputar el play-in. Contando con la suerte de tener hasta seis partidos consecutivos en casa, los Pelicans han caído en hasta cinco de ellos, dilapidando así su renta y viéndose ahora en la séptima plaza por detrás de Dallas Mavericks y Phoenix Suns. ¿Pueden ir a peor? Parece que sí.
Con Sacramento Kings y Los Angeles Lakers a sólo un partido de distancia, los Pelicans deben lidiar ahora también con la lesión de Zion Williamson. La estrella de los de Luisiana se hizo daño en la mano izquierda al intentar hacer un tapón en el partido ante Orlando Magic. Aunque el problema no es grave, en el equipo hablan de una contusión en un dedo que le impidió estar en la última madrugada contra San Antonio Spurs, equipo con el que han caído 109-111.
Lo cierto es que ver a los Pelicans perder partidos en estas circunstancias no es ninguna sorpresa. Ingram no juega desde hace ocho partidos y New Orleans ha perdido hasta 20,9 puntos por noche. Sin él, el balance ha sido de 3-5. Anoche también debieron paliar la falta de los 22,8 puntos, 5,8 rebotes y 5 asistencias de Zion Williamson… Muchas piedras en el camino como para mantenerse firmes.
Por si faltaba algo más, ahora afrontan cuatro partidos consecutivos en la carretera contra Suns, Trail Blazers, Kings y Warriors. Sí, necesitan hacerlo realmente bien en ese viaje si quieren llegar al último día, en casa ante los Lakers, con vida.
(Fotografía de Stacy Revere/Getty Images)