Ni estaba teniendo minutos ni los va a tener. El desvirgue americano de la promesa turca de 20 años —todo un presente en Europa—, Furkan Korkmaz, queda lejos de estar siendo placentero.
Seleccionado en el Draft de 2016 por los 76ers, aguardó un año más en el viejo continente con la intención de que, cuando diera el salto a la NBA, fuera para tener minutos. Minutos, en realidad, ha tenido, pero no donde esperaba. Su equipo habitual han sido los Delaware 87ers, y su liga de referencia, la G League.
Korkmaz venía rindiendo a un nivel correcto, con promedios de 15 puntos, 5 rebotes y 3 asistencias, lo que seguramente le mantenía expectante ante la posibilidad de ser utilizado por el primer equipo en la segunda vuelta de la temporada, pero eso es algo que ya no va a pasar.
Lesión complicada
El forward ha sufrido la conocida como ‘fractura de Lisfranc’, una lesión que afecta a los huesos metatarsianos del pie, y que en el peor de los casos puede obligar al jugador a pasar por el quirófano. Los médicos todavía no se han pronunciado sobre el tratamiento a seguir, pero lo que sí podemos afirmar casi con total rotundidad, es que el novato ha dicho adiós a la temporada. Lesiones de esta índole precisan de varios meses de curación.
Así pues, de confirmarse este diagnóstico, Korkmaz despacharía su primera campaña NBA con seis apariciones, 5,3 minutos de media, y 1,5 puntos por partido. Difícil que se lleve el Rookie del Año.