Ya no hace falta ni comentar que usar alta tecnología es algo absolutamente obligatorio para cualquier deporte o equipo de nivel que se precie. Sus aportes son ilimitados y las muestras cuantitativas en el rendimiento de los jugadores generan seguir investigando acerca de otros sistemas que introducir en las franquicias.
Es el caso de los Rockets, quienes han empezado a utilizar gafas estroboscópicas para mejorar la coordinación mano-ojo. Se pudo ver a James Harden lanzando con ellas o a Patrick Beverley driblando con una bola de baloncesto mientras con la otra mano intentaba coger una bola de tenis.
Aparte de las gafas, los de Houston estuvieron probando unos dispositivos de seguimiento que permiten trackear cualquier acción de sus jugadores, siguiendo sus movimientos para medir la velocidad, mapas de calor o aceleraciones.
“Cuanta más información se tenga, mejor”, comentó Kevin Burleson, del equipo de desarrollo de jugadores de los Rockets. “Quieres controlar cuánta energía se está empleando, o si los chicos están ejecutando con eficacia”.