El optimismo reina en Minnesota Timberwolves. Tras una pasada temporada en la que las lesiones frenaron al equipo desde el primero momento, los de Minneapolis entienden que tienen todos los ingredientes necesarios para colocarse, a medio plazo, en la élite de la liga.
Justo esa es la visión que tiene Kevin Garnett, quien tras acordar un contrato de dos temporadas con los Wolves, se encuentra realmente entusiasmado por participar en el desarrollo del talento que ha acumulado el equipo en los últimos años.
«Estoy emocionado por ser parte de este proceso hacia el futuro. No puedo esperar para construir algo especial con este grupo de chicos. Con suerte, puedo ayudar, enseñar y también crecer y aprender de los más jóvenes. Tengo ganas de todo. El proceso hacia la grandeza empieza ahora«, expresa en declaraciones recogidas por Basketball Insiders.
Talento y más talento
La ilusión con la que se vive este verano en Minnesota se mide por nombres. Los Timberwolves contarán la próxima campaña con los tres últimos nº 1 del Draft, Anthony Bennet, Andrew Wiggins y Karl-Anthony Towns. A ellos hay que sumar los Ricky Rubio, Zach LaVine, Shabazz Muhammad, Gorgui Dieng y Tyus Jones, una reunión de juventud que con la enseñanza adecuada puede colocarles entre los mejores.