Tras 16 partidos en la NBA, Zion Williamson jugó anoche por primera vez un back to back. El rookie, que en principio iba a mantenerse al margen en este tipo de noches durante esta temporada, ha respondido bien en sus primeras semanas de competición, por lo que los Pelicans, reenganchados de forma relativamente inesperada a la carrera por los playoffs, han decidido continuar con su inclusión en el ritmo habitual de competición. Él ha respondido bien, pues terminó el choque ante los Mavs con 21 puntos, 6 rebotes y 3 asistencias, pero esto ha despertado preocupaciones por su físico en algunos sectores.
Debido a esto, Alvin Gentry fue preguntado por ello en rueda de prensa, y trató de lanzar un mensaje de tranquilidad al respecto: «Está bien. Creo que nos estamos preocupando demasiado por ello. Tiene 19 años. Estará bien».
Lo cierto es que el físico de Zion ha sido uno de los temas de conversación más recurrentes desde su irrupción, tanto por lo inusual del mismo como por el potencial riesgo de lesión que muchos asociaban a su peso. Esto llegó al punto de que cuando se produjo su lesión en pretemporada no faltaron las voces que calificaron esta como previsible, y si bien es cierto que estamos ante un jugador único en su especie y que viene de un largo parón, el tema es quizás excesivamente recurrente.
Con todo, los propios Pelicans parecían no querer arriesgar demasiado, especialmente con la llegada de la prórroga. Esta arrancó con Zion en el banquillo, y el novato no hizo su aparición en el tiempo extra hasta que faltaban menos de 2 minutos, aunque esto puede no deberse tanto al hecho de jugar dos noches seguidas como a que, con casi 35 minutos en pista, Williamson jugó más minutos que nunca en su breve carrera.
(Fotografía de portada: Katelyn Mulcahy/Getty Images)