Ganar a los Spurs en combate singular siempre suele ser termómetro de una temperatura interna adecuada. Más aún si ocurre en el AT&T Center de San Antonio y conduciendo un bólido desde Utah y sin tu estrella, Gordon Hayward. Se da la paradoja de que uno de los artífices de la victoria fue George Hill, un antiguo buen conductor que ha comenzado la temporada en un gran estado de forma.
El base de los Utah Jazz embotó a los Spurs con 22 puntos, 7 asistencias y 9 de 13 en tiros de campo (3 de 5 en triples). Acierto en el lanzamiento más dirección serena con la que confundir a un gigante. Poco más se puede pedir a un base.
Además, no es el primer encuentro rozando el sobresaliente de Hill. Esta temporada está promediando, después de cuatro partidos, 20,5 puntos, 4,8 pases de canasta y un pulido 53,4 por ciento en tiros de campo.
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Sin Hayward
Con 30 años y después de un destierro en forma de traspaso, de Indiana a Utah, Hill está empezando a tirar del hilo para asentarse con fuerza en los Jazz. También hay que tener en cuenta que no ha jugado hasta el momento Gordon Hayward, y que cuando vuelva, el alero minará las responsabilidades de Hill en ataque.
Sin embargo, otro dato a favor de Hill es que sin el jugador franquicia dispuesto para la competición, los Jazz no han desfallecido (2-2), consiguiendo ganar en una de las canchas más retorcidas de la NBA.
Mejores medias
Ni que decir tiene que los 20,5 puntos vigentes de Hill son la mejor cosecha métrica de toda su carrera en una temporada NBA. Con el curso gastado, su techo actual está en 16,1 tantos por encuentro, en la campaña 2014-15 con los Pacers.