Giannis Antetokounmpo impone su ley en Minnesota

Milwaukee cimentó su triunfo en un tercer cuarto en el que por momentos pasó por encima de los Wolves

Giannis Antetokounmpo se dio un festín de 27 minutos en Minnesota con 34 puntos, 15 rebotes y 6 asistencias. El griego, imparable para los Timberwolves, dejó sin opciones a su rival en una segunda mitad en la que Milwaukee Bucks marcó distancias hasta imponerse con un rotundo 106-134 final.

Fue un día más en la oficina para The Greek Freak. Sin tener delante a ningún jugador que le causara mayores problemas, campó a sus anchas para firmar su séptimos doble-doble en otros tantos partidos disputados del curso 2019-20. Giannis dejó claro los motivos por los que es el actual MVP de la NBA, pero no por ello dejó de estar bien acompañado por Khris Middleton, autor de 26 puntos, así como de Eric Bledsoe, que cerró su hasta ahora mejor partido de la campaña con 22 puntos, 9 rebotes y 7 asistencias.

Por parte de los locales Andrew Wiggins fue de lo poco rescatable con 25 puntos, mientras que Robert Covington aportó otros 15 (tres triples incluidos). Al acabar el choque, Ryan Saunders, entrenador de los Wolves, no podía sino admitir la superioridad de su rival. «Son un buen equipo. Hay que darles crédito. Nos abrumaron un poco durante el tercer cuarto».

Sin Towns

Minnesota hubo de jugar se segundo partido consecutivo sin su estrella, Karl-Anthony Towns. El pívot, sancionado con dos encuentros tras su pelea con Joel Embiid, volverá en el próximo choque ante Memphis Grizzlies. En su ausencia los Timberwolves vencieron con cierta comodidad a Washington Wizards mientras que no han tenido opciones contra Milwaukee. No hay que alarmarse, el center estará con ellos de nuevo y por ahora mantienen un muy buen balance de 4-2.

Partido retrasado

La anécdota del partido llegó antes del salto inicial. Mientras se producía en calentamiento previo al partido, se descubrió que el aro en el que estaba lanzando Milwaukee estaba torcido. La reparación del mismo dio lugar a una espera de 50 minutos. «Estaba metiendo los tiros y estaba feliz. Una vez que me dijeron que el aro estaba mal pensé: ‘¡Ah! Por eso los meto'», comenta Antotokounmpo de broma antes de recalcar que se hizo pesado esperar cuando ya estaban listos para empezar a jugar.

(Fotografía de Hannah Foslien/Getty Images)


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