Tras un desastroso inicio, Milwaukee necesita cualquier cosa a la que agarrarse para tratar de salir del pozo. Y en una noche en la que a la baja de Middleton se sumaban las de Damian Lillard y Bobby Portis, más aún. Pero si alguien sabe algo de sacar esta franquicia adelante, ese es Giannis Antetokounmpo.
Es difícil encontrar calificativos que hagan justicia al partido del griego y que a la vez no suenen maximalistas al tratarse de un encuentro ante los Detroit Pistons en noviembre. Pero es que en plena crisis de resultados, los Bucks tenían que aferrarse a un triunfo como si de las Finales se tratase. Y, no sin sufrimiento y sin dosis de agonía, lo lograron.
Los de Wisconsin se llevaron por 127-120 un choque que necesitó de una prórroga para decidirse y que fue una verdadera montaña rusa. A ratos los Bucks parecían desahuciados, en otros completamente recuperados, llegado el momento pareció que los Pistons se habían sacado un milagro de la chistera para llevarse la victoria… Y toda esta locura empezó con él.
Giannis, Giannis y solo Giannis
Era esperable que, dadas las bajas de varios hombres importantes en ataque, Antetokounmpo tuviera que asumir un rol enormemente protagonista. Pero lo del primer cuarto fue directamente un monólogo, y no por voluntad propia. Comandando a un equipo que parecía negarse a echarle una mano, el heleno anotó 22 de los 24 puntos de los locales en los primeros 12 minutos, y no vio a sus compañeros anotar un tiro de campo hasta que habían transcurrido ya varias posesiones del segundo cuarto. Pese a su absoluto dominio, la imagen del ataque de los de Rivers era desoladora, lo que permitió a Detroit tomar el control del choque y empezar a soñar con el sexto triunfo del curso.
De la mano de un Cade Cunningham cada vez más consagrado como líder, que acabó con 35 tantos y 11 asistencias, e impulsados por el acierto exterior de un Malik Beasley que, buscando la revancha ante su ex equipo, convirtió 8 triples, el conjunto de Michigan se fue con una ventaja de dobles dígitos al descanso e incluso la hizo crecer tras él. Los Pistons llegaron a ponerse 18 arriba en el inicio del tercer parcial, pero esto pareció ser una llamada de atención que despertó a varios de los secundarios de los Bucks. Y en cuanto llegó ayuda para Giannis, la situación fue por fin otra.
Su principal aliado fue Brook Lopez, que ha comenzado el curso desacertado en ataque pero que recuperó en esta ocasión el tiro exterior que le da un papel tan importante. Con un 5/8 desde el perímetro, el pívot se fue hasta los 29 tantos, a los que añadió 5 tapones y 3 robos en una nueva exhibición defensiva por su parte. Y entre Brook y el despertar de Taurean Prince y Gary Trent Jr., que dieron al equipo algo más de acierto exterior, ya estaban conformados los refuerzos. Y con ellos, los Bucks estaban de vuelta en el encuentro.
En las manos de Holland
No obstante, cuando parecía que los locales habían logrado salvar la noche, el duelo ganó un extra de locura que le dio un componente incluso de epicidad. Primero, con 111-108 en el marcador, Marcus Sasser anotó un triple espectacular sobre la bocina de posesión que hizo estéril la defensa perfecta de los locales y puso el empate en el marcador. Luego, Prince falló un triple desde la esquina que habría sido la canasta ganadora a falta de un segundo. Y entonces, con balón para ganar, los Pistons buscaban un alley oop desde el saque de banda como el que firmaron en Miami, lanzando un balón a Ron Holland, que falló la canasta justo antes de que sonara la bocina… y de que el árbitro pitase falta.
La grada del Fiserv Forum estalló el ver la repetición de la jugada, pero, sin tiempos muertos, Doc Rivers no pudo usar un challenge. Todo estaba en manos del novato, que había anotado 11 de los 12 tiros libres de los que había dispuesto en su carrera hasta este momento. Pero la presión de decidir un partido pesa mucho. Se le notó en el primer lanzamiento, que se quedó muy corto, y más de lo mismo ocurrió con el segundo. Lo había tenido Detroit, pero el choque se iba a la prórroga.
Y en ella, Giannis se encargó de sublimar una actuación de leyenda. El griego fue letal en la pintura, como de costumbre, pero es que además brilló lanzando desde la media distancia e incluso se sacudió su talón de Aquiles al firmar un 16/17 desde el tiro libre. Como colofón, anotó un triple que catapultó a los suyos, puso un tapón descomunal a Jalen Duren cuando este iba a remachar un alley oop, y culminó el duelo con un mate tras el que, señalando su camiseta y el parqué del Fiserv Forum, recordó al mundo que, pese a los recientes rumores, Milwaukee es su casa.
Expulsión de Isaiah Stewart
Tampoco le faltó polémica al encuentro, pues Isaiah Stewart terminó expulsado tras ser sancionado con una flagrante de tipo 2 precisamente sobre Giannis. Ocurrió en el tercer cuarto, cuando el de los Bucks saltó para colgarse del aro y Stewart se lo impidió agarrándolo de la camiseta y arrojándolo contra el suelo, acción en la que los árbitros consideraron que se había producido un contacto innecesario y excesivo que mandó al pívot a vestuarios.
(Fotografía de portada: Mitchell Leff/Getty Images)