Tres años después de que el acuerdo para la venta de los Minnesota Timberwolves se cerrase, la propiedad de la franquicia sigue en vilo. Glen Taylor, todavía su máximo accionista y presidente, la traspasó a Marc Lore y Alex Rodríguez en 2021 con el fin de zanja el movimiento a plazos hasta 2024. Sin embargo, a expensas del último pago, Taylor declaró que este había llegado tarde y que la venta quedaba anulada. Esto abrió una disputa interna que debía ser arbitrada sin involucrar a entes externos. Pero Taylor ha citado a la NBA en la resolución del caso.
El aun mandamás de los Timberwolves pide así que la competición aporte datos de cómo se llevó a cabo la transacción de Lore y Rodriguez. Quienes encontraron problemas de financiación en varios de los pagos parciales. Aunque, según los especialistas en la materia, tienen las de ganar en esta disputa. Este movimiento podría sentar precedente, puesto que la liga no debería inmiscuirse en este tipo de arbitrajes, como ya ha dicho Adam Silver en más de una ocasión. La petición de documentos e información por parte de Taylor arrojaría luz sobre asuntos que todas las partes preferirían mantener a salvo de privacidad.
Con todo y con ello, en el portal especializado Sportico, apuntan que lo normal es que los representantes de la liga decidan entrar en la disputa. Al fin y al cabo es un traspaso que se da dentro de su propio amparo económico. Por bien que vayan las cosas en lo deportivo, los Wolves no se libran de la inestabilidad en alguna de sus formas.
(Fotografía de portada de Alex Trautwig/Getty Images)