La temporada de Utah Jazz ha acabado con unas buenas sensaciones que nadie esperaba cuando en la pasada agencia libre perdieron a su jugador franquicia: Gordon Hayward. No solo han sabido mantenerse a flote en el salvaje Oeste, sino que se han permitido el lujo de entrar en playoffs y mandar para casa a los Thunder de Russell Westbrook.
Para alcanzar tales éxitos ha sido clave encontrar un novato de la talla de Donovan Mitchell, cuyo nivel da para que le discuta el honor de ser nombrado Rookie del Año a Ben Simmons. Él ha sido la pasión y la ilusión por volver a tener una estrella y hacer del dicho ‘a rey muerto, rey puesto’ una realidad inmediata. Pero más allá de su aparición, hay otro elemento que levantó al equipo cuando parecía que la temporada se escapaba. Hablamos de Rudy Gobert, cuyo balance personal en regular season es de 37-19; es decir, sin él en pista se quedaron en un 11-15.
El pívot francés está feliz por la campaña que ha completado a título individual, pero entiende que no debe detenerse ahí, sino continuar trabajando para ser un mejor jugador, sobre todo en la parcela ofensiva. «Cada año que paso en la NBA estoy progresando, pero tengo que ser más fuerte físicamente para dominar a mis oponentes. Realmente puedo convertirme en un activo desde un punto de vista ofensivo, incluso mejorando mi lanzamiento. Quiero ser una mayor amenaza con el balón en las manos», señala a los medios.
Margen de mejora
La aventura de los de Salt Lake City ha terminado cuando se han encontrado con Houston Rockets en las semifinales de la conferencia Oeste, un logro que les sitúa entre los cuatro mejores equipos de su costa. Pese al gran rendimiento, Gobert cree que aún pueden ser mucho mejores. «Es emocionante ser parte de un grupo tan especial. Todavía tenemos un gran margen de mejora, tanto a título individual como colectivo. Estamos yendo en la dirección correcta, pero aún no estamos donde nos gustaría estar. Tenemos que seguir trabajando para progresar», concluye.