Chicago está sufriendo. Pese a contar únicamente con la ausencia de Lonzo Ball (baja de larga duración), los de Illinois están siendo incapaces de encontrar su juego y anoche cayeron por 119-111 ante Golden State. Estuvo lejos de ser el peor partido de los chicos de Billy Donovan, que incluso apretaron el marcador cuando más difícil lo tenían, pero ello no evitó la que es su novena derrota en los últimos 13 encuentros.
Como decíamos, en San Francisco pelearon. Aunque los Warriors llegaron a estar hasta 18 puntos arriba al principio del último cuarto, Chicago demostró orgullo y remontó para poner un apretadísimo 110-109 a dos minutos y medio para la conclusión del choque. Hasta ahí les llegó la gasolina. Encajaron seguidamente un parcial de 7-0 que cerró definitivamente el encuentro.
En el escenario individual, el mejor de Chicago fue Nikola Vucevic, quien concluyó con un doble-doble de 23 puntos y 11 rebotes. Zach LaVine por su parte alcanzó los 21 tantos y un desconocido DeMar DeRozan se quedó en solo 16 puntos con un 4 de 15 en tiros de campo.
La derrota deja a los Bulls en la duodécima plaza de la Conferencia Este con 9-13. Aún queda mucha temporada por delante, pero tras disputarse un cuarto de la misma hay preocupación en Chicago, tanta como para que ya se esté hablando de posibles traspasos para darle un cambio importante a la plantilla.
Los Warriors encuentran su ritmo
Así es. Tras un turbulento inicio de curso, Steve Kerr acometió algunos ajustes en la rotación que se están mostrando muy positivos en cuanto a resultados, ya que han ganado siete de sus últimos diez compromisos. Jordan Poole, el mejor anoche con 30 puntos y un excelente 7 de 13 en triples desde el banquillo, habla sobre ello.
«Las rotaciones cambiaron un poco hace algunos partidos. Comenzamos a tener química y a formar una buena rotación. Ahora estamos jugando nuestro baloncesto. Se siente realmente bien ganar en química. Solo tenemos que mantenerlo en marcha», expresa.
Junto a Poole también brilló Draymond Green, quien se acercó al triple-doble al concluir con 13 puntos, 9 rebotes y 10 asistencias. Klay Thompson aportó 26 puntos y Stephen Curry 19.
(Fotografía de Ezra Shaw/Getty Images)