Hace un mes, y tras un año de baja por la rotura del tendón de Aquiles, de DeMarcus Cousins regresaba a las pistas y hacía su debut con los Warriors, a los que se unió en el verano de 2018 a cambio de 5,3 millones y una temporada. A pesar de que el jugador no dio muestras de haber pagado en exceso la inactividad de 12 meses, Golden State prefirió ir poco a poco con él y restringirle los minutos para cuadrar su puesta a punto.
Desde su estreno contra los Clippers, el 18 de enero, y hasta el parón del All-Star, el center celebró 11 partidos seguidos, con una media de 23, 4 minutos y 13,9 puntos, 6,8 rebotes, 3,7 asistencias, 1,3 robos y 1,1 tapones. En general, sus minutos se fueron incrementando de manera progresiva, salvo en algún encuentro donde estaba todo decidido, y siempre con el límite de la media hora, donde nunca ha llegado el pívot en la presente 2018-19. Incluso antes del All-Star, en el primer back to back al que se enfrentaba, Steve Kerr decidió sentarle en el segundo choque, contra los Blazers.
Fin a la restricción de minutos
El parón del All-Star marca un antes y un después en diversas situaciones. Las pequeñas vacaciones sirven en muchos casos para terminar de recargar el cuerpo y le dan el descanso necesario. Cousins ha tenido 10 días de descanso entre un duelo y otro y para esta noche, contra los Kings, se ha terminado la restricción de minutos. Lo que no necesariamente supone que el pívot vaya a jugar desde ya más tiempo, pero que esa posibilidad ya está sobre la mesa para Steve Kerr cuando lo crea necesario.
“No creo que cambie mucho en cuanto a cómo vamos a usarlo en las rotaciones”, aseguró al respecto el propio Kerr, en declaraciones recogidas por ESPN. “Pero cuando cojamos el ritmo está claro que podremos usarlo en espacios de tiempo más amplios. Estamos entrando en una fase diferente de la temporada. Veremos cómo va, nada está escrito”.
(Fotografía de portada: Christian Petersen/Getty Images)