Conmovedor. El recientemente coronado como campeón del Eurobasket 2017 y MVP del torneo, Goran Dragic, rompió a llorar como un colegial cuando recibió uno de los regalos más importantes de su carrera —»uno de los más hermosos de mi vida», ha llegado a decir el jugador de Miami—.
El presente que Dragic recibió gracias a la cadena televisiva PlanetTV tenía un remitente muy especial: la madre de Drazen Petrovic, Biserka. Goran fue obsequiado con una camiseta de Petrovic de su etapa en New Jersey Nets, y el base esloveno no pudo contener la emoción. Rompió a llorar como un postre de huevo y vainilla.
«Es uno de los regalos más hermosos que me han hecho en mi vida, le admiraba, era mi ídolo, todos sabemos lo que hizo por el baloncesto yugoslavo y mundial», dice Dragic, que, curiosamente, con Eslovenia porta el mismo número 3 que Petrovic llevó en los Nets.
Encuentro atemporal entre dos de los más grandes jugadores del baloncesto eslavo, europeo y mundial —uno es, de hecho, una leyenda—. Recordemos que Eslovenia se independizó de la extinta Yugoslavia en 1991, por lo que el Dragic más niño creció alucinando con las hazañas de aquel equipo que lideraban Drazen Petrovic, Vlade Divac, Toni Kukoc o Dino Radja.