La NBA es como es. Cada año muchos jugadores cambian de equipo de un día para otro y en no pocas ocasiones supone un shock para estos. Sí, sabes que las reglas del juego son así, pero nadie te prepara para dar un giro de 180 grados a tu vida en cuestión de horas.
Justo eso le ha pasado a Grant Williams. Llegó en verano a Dallas Mavericks y parecía que sería parte esencial del grupo de jugadores llamado a rodear a Luka Doncic y ayudarle a ganar. La realidad ha sido otra. Los de Texas han decidido traspasarle meses después para hacerse con P.J. Washington, movimiento que ha llevado al ex de los Celtics a los Charlotte Hornets. Pues bien, está realmente contento con el cambio.
En declaraciones recogidas por Shane Connuck de The Charlotte Observer, el ala-pívot explica que tener la posibilidad de jugar para el equipo de la ciudad en la que se crió y creció supone un golpe de motivación.
«Siempre pensé que esto ocurriría al final de mi carrera, pero es hasta cierto punto gracioso que haya sucedido de esta manera porque te permite ser parte de algo sobre lo que se puede construir. Ya sabes, nuevos propietarios, nuevo equipo, un grupo de chicos jóvenes y talentosos… Tenemos la oportunidad de construir algo especial aquí en la ciudad», avisa Williams.
Pese a nacer en Houston, la familia de Williams se trasladó a Charlotte cuando él era un niño. Ya establecidos allí, pasó su etapa de instituto de Charlotte, justo donde también estuvo Seth Curry, quien le ha acompañado en su viaje de Dallas a Carolina del Norte. Williams admite que esa sensación de pertenencia a un lugar es fantástica.
«Simplemente tenemos al señor Curry (Dell Curry) ahí atrás. Esto es algo que, cuando era niño, siempre querías. Se trata de jugar para el equipo de tu ciudad natal. Siempre quise crear algo especial aquí. Se trata de encontrar esa misma alegría que tenías a esa temprana edad», finaliza.
(Fotografía de Tim Heitman/Getty Images)