Grant Williams fue la principal apuesta de la gerencia de los Dallas Mavericks de cara a la presente temporada. Sobre el papel, el ahora jugador de Charlotte Hornets aportaba defensa, centímetros, kilos y lanzamiento exterior. Un complemento que se antojaba perfecto para un equipo dominado para dos amasadores como Kyrie Irving y Luka Doncic. Sin embargo, la cosa no salió bien, y él mismo sabe que estuvo lejos del nivel esperado. «No es que las cosas no funcionasen, pero me culpo por no haber estado mejor. Con toda la confianza que pusieron en mí, no estuve completamente preparado», apuntaq en declaraciones para The Athletic.
Después de llegar a North Carolina como parte del traspaso de P.J. Washington, Williams está tratando de encontrar su sitio como voz predominante en el vestuario. Algo que cree que ya hizo en mayor o menor medida en los Mavs. «Formé muy buenas relaciones en el vestuario y fui vocal con los chicos. Creo que ayudé al equipo».
En los 24 partidos que acumula con los Hornets, el alero está gozando de un mayor volumen de lanzamientos. Aunque los porcentajes no terminan de llegar desde el exterior, su papel en la segunda unidad le permite ser más agresivo con el aro. Fuente principal de estar registrando la que sería su mejor anotación de carrera: 13,8 puntos por noche. Durante su estancia en Dallas, su irregularidad en el tiro le castigó demasiado. «Metí alrededor de un 36% allí, una cifra decente. Pero siendo el tirador que soy, continúo frustrado por mi falta de acierto».
(Fotografía de portada de Jared C. Tilton/Getty Images)