Mientras el faraónico proyecto del Big Three se tambalea, los Suns deben solucionar otro problema que se las ha echado encima, en este caso con Grayson Allen como protagonista.
Según informa Duane Rankin de The Arizona Republic, Phoenix debe decidir si se queda con el guard a largo plazo mediante una extensión o si por el contrario opta por dejar que se convierta en agente libre de cara al próximo mes de junio.
Si opta por la opción de retenerle, desde mañana mismo pueden firmarle un contrato que puede alcanzar hasta cuatro años y 75 millones de dólares. No parece un gasto excesivo, pero si el primer de esos cursos valiese 16,4 millones, de cara al impuesto de lujo los de Arizona deberían sumar entre 65 y 70 millones más a la factura de la 2023-24… Conociendo todo esto, el jugador prefiere centrarse en lo que debe hacer sobre el parqué.
«Intento no pensar demasiado en ello. Primero, porque no será un trato cerrado hasta que se firme. No quieres contar con nada antes de que suceda. Otra cuestión es que estamos en marzo y nos quedan 11 o 10 partidos. Estamos llegando a un momento en el que no quieres tener cosas así en mente porque se trata de un objetivo individual para mí y, en este momento, son los Suns y las cosas del equipo las que importan. No quiero pensar demasiado en ese tipo de cosas», sentencia.
Lo cierto es que el desarrollo del curso no está siendo demasiado halagüeño para los Suns. Acabando marzo están en la octava plaza de la Conferencia Oeste con 42-30; es decir, muy lejos de las expectativas. Parece complicado que hagan una apuesta importante a nivel económico antes de comprobar cómo finaliza la temporada.
(Fotografía de Chris Coduto/Getty Images)