Gregg Popovich, entrenador de los Spurs, esperó 3 días para dar su opinión sobre el resultado de las elecciones en las que el candidato republicano Donald Trump fue elegido como próximo presidente de Estados Unidos. Antes de su partido contra Detroit, el técnico no se mordió la lengua ante un resultado que le dio el máximo poder democrático del mundo a un candidato cuya campaña fue prolífica en insultos y declaraciones xenófobas. Este fue el discurso completo traducido al español de Popovich ante los medios de comunicación, originalmente cortesía del San Antonio Express-News:
«Siento nauseas»
Gregg Popovich: «Ahora mismo estoy sencillamente intentando formular lo que pienso. Es demasiado temprano. Sencillamente siento nauseas. Básicamente, no porque los republicanos hayan ganado o algo así, sino por el repugnante tono y todos los comentarios que han sido xenófobos, homófobos, racistas, misóginos.
Vivo en un país en el que la mitad de la gente ignoró todo eso para elegir a alguien. Esa es la parte que más miedo me da de todo esto. No tiene nada que ver con el medio ambiente o el ‘Obamacare’ (sistema de seguridad social establecido por el presidente saliente Barack Obama), y todo lo demás. Vivimos en un país que ha ignorado todos esos valores de los cuales pediríamos cuentas a nuestros niños. Estarían castigados durante años si actuaran y dijeran las cosas que se han dicho en esta campaña por Donald Trump.
Miro a los evangélicos (grupo religioso que ha apoyado en gran parte a Trump) y me pregunto, ¿esos valores no significan nada para ellos? Para mi, todos esos valores son más importantes que cualquier pericia que alguien tenga en los negocios o cualquier otra cosa porque explica quiénes somos, cómo queremos vivir y qué clase de gente somos. Por eso tengo un gran respeto hacia gente como Lindsey Graham, John McCain y John Kasich (políticos republicanos críticos o incluso opuestos a Trump), con quien estoy en desacuerdo en muchas cosas políticas, pero que han tenido suficiente fibra y respeto hacia la humanidad y la tolerancia por todos los grupos sociales para decir lo que han dicho sobre ese hombre.
Eso es lo que me preocupa. Lo entiendo, por supuesto que queremos tener éxito, todos vamos a decir eso. Todo el mundo quiere tener éxito, es nuestro país, no queremos que todo se vaya por el desagüe. Pero cualquier persona razonable llegaría a esa conclusión, y eso no quita el hecho de que (Trump) haya propagado el miedo, y todos esos comentarios, desde el primer día, o su lenguaje racista para intentar convertir a Barack Obama, nuestro primer presidente negro, en ilegítimo. Me hace preguntarme dónde he estado viviendo y con quién estoy viviendo.
El hecho de que la gente pueda cubrir todo eso, empezar a hablar sobre su equipo de transición y que vamos ahora a cantar ‘kumbaya’, intentando que el país mejore sin hablar sobre ninguna de esas cosas. Y ahora vemos como está intentando echarse atrás sobre inmigración y Obamacare, así que todo era una gran mentira, lo cual te hace sentir que es más repugnante y cínico que alguien pueda usar eso para encender a sus bases. Para ser elegido. Y lo que se pierde en el proceso son los afroamericanos, los hispanos, las mujeres, la población gay, sin mencionar su grado de desarrollo de octavo de primaria mostrado por él cuando se burló de una persona discapacitada. En serio. Eso es lo que hace un abusón de séptimo u octavo grado. Y fue elegido como presidente de los Estados Unidos. Hubiéramos regañado a nuestros hijos. Hubiéramos hablado hasta el hartazgo intentando que entendieran esas cosas. Él está al cargo de un país. Es repugnante.
No he acabado todavía. Uno puede continuar hablando, no nos inventamos esto. (Trump) está enfadado con los medios porque informan sobre lo que ha dicho y cómo ha actuado. Eso es irónico para mí. No tiene sentido. Así que ese es mi miedo real, y eso es lo que me hace reflexionar tanto y me hace sentir tan mal viendo que el país está dispuesto a ser así de intolerante, sin entender la empatía que es necesaria para entender las situaciones de otros grupos. Soy un hombre blanco rico, y siento nauseas pensando en ello. No puedo imaginarme ser musulmán ahora mismo, o una mujer, o un afroamericano, un hispánico, una persona discapacitada. Lo marginados que deben sentirse. Y por cualquiera de esos grupos que votaron por él, se escapa de mi entendimiento cómo ignoraron todo eso. Mi conclusión final, mi mayor miedo es que somos Roma».