James Harden ha sido defenestrado por todos los grandes medios, y evidenciado en este mismo —también le hemos echado un capote cuando ha correspondido—, cuando ha tocado hablar de su defensa. Mejor dicho, de su entrega defensiva.
Por lo general, los jugadores despampanantes en ataque tienen unas condiciones similares para ejercer la protección de su aro. Si este rendimiento no se equipara, la causa de erosión suele reducirse a una: escasez de voluntad. Bien, pues de eso se le ha achacado siempre a ‘La Barba’. De un pasotismo absoluto a la hora de defender. De acuerdo, pero, ¿es esto cierto del todo?
Evidencias en un lado de la bancada nos sobran. Harden ejerciendo de perfecta estatua es algo que abunda por la red. Pero si abunda es porque alguien, muchos, se han molestado en hacer una recopilación. Y a menudo las diferencias de juicio son provocadas por una ausencia de perspectiva. Por una realidad distorsionada.
La ‘Ley de Murphy’ es ‘Ley de Murphy’ (Ej: todo cuerpo sumergido en la bañera hará sonar el teléfono) porque sólo nos acordamos de ella cuando sucede lo que no queremos que suceda. Nadie recuerda todos los días del año que se ducha uno sin contratiempos telefónicos.
Una antología… diferente
Y me pregunto si con Harden habremos realizado una injusticia similar. Un juicio de valor precipitado, sesgado, carente de perspectiva. O quizás esto también se trate de una compilación de la bancada contraria que enseña sólo lo que le conviene enseñar. En todo caso me ha resultado muy interesante encontrar este vídeo, por lo que escasean las lanzas rotas en favor de la defensa del escolta. Y sólo por eso, y por una más amplia comprensión del asunto, conviene echarle un vistazo.
https://www.youtube.com/watch?v=-S2T3p2CIdk