Cuatro minutos. Ese es el tiempo que duró en pista James Harden en el encuentro que Brooklyn Nets ganó anoche a los New York Knicks por un ajustado 114-112. El escolta (o base) recayó de la lesión que sufrió hace escasos días en el tendón de la corva, la cual le había impedido estar presente en los dos anteriores partidos.
¿Ha sido precipitada su vuelta? Lo desconocemos. Justo antes del duelo neoyorquino Steve Nash fue cuestionado por la situación física de su jugador. El entrenador explicó que Harden estaba listo para volver y que en principio ni siquiera habría restricción de minutos, si bien se intentaría no forzarlo. «Por supuesto que no deseamos desgastarlo. Así que intentaremos hacerlo lo mejor posible para tratar de limitar sus minutos si se da la oportunidad».
Ni tiempo ha dado a que Nas se plantease sentar más o menos tiempo a su estrella durante el transcurso del encuentro. Con cuatro minutos disputados, La Barba realizó una penetración para terminar sacando el balón para un triple de Joe Harris; instantes después se dirigía al banquillo para pedir el cambio.
Por ahora no sabemos hasta qué punto es grave la recaída. Tras el primer percance, producido el 1 de abril, se le realizó una resonancia magnética que no desveló ningún daño estructural en el tendón. Visto que parecía un problema menor, el personal de los Nets creyó que ya estaba listo para regresar a las canchas. Obviamente no era así, o al menos la mala suerte quizo que terminase por ser una decisión errónea.
Toca esperar para saber en qué se traduce este problema respecto a un tiempo determinado de baja. A mes y medio de que concluya la regular season es probable que Brooklyn sea ahora más precavido. Acabar en la primera plaza de la Conferencia Este suena realmente bien, pero contar con sus mejores jugadores en perfectas condiciones cuando comiencen los playoffs, lo hace aún mejor.
(Fotografía de Al Bello/Getty Images)