James Harden ya está sobre la pista. Tras la polémica causada por sus fiestas, las cuales se sucedían mientras la NBA recomendaba permanecer en cuarentena de cara a la nueva temporada, el MVP de 2018 por fin pudo ponerse la camiseta de Houston Rockets para jugar sus primeros minutos de preparación junto a sus nuevos compañeros.
Con San Antonio Spurs como rival, La Barba disputó 21 minutos para cerrar su noche con 12 puntos, 3 rebotes y 4 asistencias. Los números son lo de menos en su caso. En Texas suspiran por mantenerlo en el equipo –pidió salir en noviembre– y que ya esté jugando con ellos no puedo sino ayudar a que ese objetivo se haga realidad.
A falta de conocer su futuro –por ahora no ha hablado con los medios– anoche coincidió por primera vez en pista con Johan Wall y DeMarcus Cousins. Si nos remontásemos 3/4 años atrás, esta conjunción de elementos sonaría a fantasía. Por ahora desconocemos que nivel podrían alcanzar juntos, pero el solo hecho de nombrarlos en un mismo quinteto sin duda hace que la ilusión se dispare. Justo al final del partido, el cual ganaron los Rockets, 112-98, fue Wall quien sí habló sobre Harden.
«A última hora, él hará lo mejor para él y la organización también hará lo mejor para ellos. Lo más importante es que cuando pisamos esa pista o empezamos un entrenamiento, nos concentramos en el baloncesto», explica.
En cualquier caso, no parece que la llegada de Wall al equipo vaya a ser determinante en la decisión de Harden. Según informaba hace días ESPN, el aterrizaje del ex de los Wizards no ha cambiado nada la situación de La Barba. Quizás sobre el papel sea así, pero serán los resultados los que dicten si lo que ahora parece una tensa espera hasta el adiós de Harden se termina convirtiendo en el camino hacia su plena involucración en un nuevo proyecto con Houston.
(Fotografía de Mike Ehrmann/Getty Images)