Los Rockets han puesto fin a una racha de tres derrotas consecutivas con una cómoda victoria (117-108) en casa ante Miami. James Harden y Russell Westbrook se combinaron para un total de 61 puntos y un 46.5% de acierto en tiros de campo, mientras que la defensa se mostró muy eficaz y resolutiva, dejando a los Heat en apenas 42 puntos al descanso.
El entrenador de los Heat, Erik Spoelstra, optó por modificar la táctica defensiva utilizada por los últimos oponentes de los Rockets. Mientras que Nuggets, Clippers y Mavericks optaron por dobles marcajes en casi todas las posesiones en campo contrario, los Heat aplicaron tácticas más tradicionales, doblando la ayuda solo en situaciones inminentes de tiro con el reloj de posesión ya avanzado.
“Si estás tratando de inventar cosas en los entrenamientos y en las sesiones de vídeo y es algo que no sueles hacer, solo estás pidiendo que te destruyan”, declararía el técnico antes del partido. “[Harden] es demasiado bueno en esto del baloncesto.”
Sin embargo, fue su propio ‘experimento’ el que terminó arruinando la noche. El escolta aprovechó la relativa falta de atención defensiva para encontrar su ritmo y alcanzar los 34 puntos, 24 de ellos en una primera mitad en la que los Rockets abrirían una brecha insalvable (66-42).
Por su parte, Russell Westbrook recordó al de sus días en Oklahoma City en un encuentro en el que catalizó diferentes facetas del juego y logró una regularidad en el tiro. El base anotó 27 puntos con un porcentaje de acierto del 52.4% acierto, a los que añadió nueve rebotes y siete asistencias en 36 minutos. El MVP de 2017 se mostró muy agresivo en transición y aprovechó la ausencia de Jimmy Butler para hacer mucho daño en las líneas defensivas de los de Florida. Una versión mucho más eficaz, sólida y eléctrica que concentra las virtudes que puede aportar a los Rockets. Junto a ellos destacó Danuel House con 23 puntos y Gary Clark, quien aprovechó la baja de Clint Capela por enfermedad para maximizar sus minutos en pista y registrar 12 puntos y 8 rebotes.
Una versión completamente diferente de los Heat
El 3 de noviembre en el AmericanAirlines Arena, los Heat habían aplastado a los Rockets por un resultado de 129-100. Los locales aplicaron un duro correctivo (46-14) a Houston en el primer cuarto para lograr la mayor ventaja firmada en un periodo en la historia de la franquicia. Los Rockets no lograrían revertir la situación y llegarían a perder hasta por 41 puntos. Esta madrugada, sin embargo, las tornas cambiaron por completo. Después de un inicio de relativa igualdad, los de Mike D’Antoni despegaron en el segundo cuarto para irse al descanso por encima de los 20 puntos de ventaja.
«Fuimos bastante ineficaces en la ofensiva en la primera mitad, incluso cuando obtuvimos tiros abiertos», afirmó Erik Spoelstra. “Tuvimos muchos lanzamientos liberados en ese primer cuarto. En el segundo, simplemente no ejecutamos con eficiencia y ellos tomaron ventaja.”
Sin Jimmy Butler, los Heat perdieron a su principal catalizador de juego y a un pilar fundamental sobre el que sustentar la defensa ante los numerosas armas rivales. Bam Adebayo –17 puntos, 11 rebotes y 8 asistencias– mantuvo la primera unidad a flote y tuvo la difícil papeleta de defender a Westbrook. En ataque, los visitantes cometieron excesivas pérdidas, sin llegar a encontrar nunca un ritmo constante de anotación. Ésta terminó recayendo en el banquillo a manos de Tyler Herro, con 22 puntos, y Kelly Olynyk, con 19.
«Tenemos que desarrollar un espíritu competitivo cuando los tiros no están entrando», dijo Spoelstra. «Eso fue lo que ocurrió en la segunda mitad, realmente una exploración de la competencia para que nuestros muchachos comprendan realmente lo difícil que es competir. Y para que lo hagan de manera consistente y desarrollen una fuerza mental y una gran dureza».
Con esta derrota, los Heat caen a la cuarta plaza del Este con un récord de 12-5. El próximo compromiso de los de South Beach tendrá lugar este sábado en casa ante Golden State Warriors.
(Fotografía de portada de Sean M. Haffey/Getty Images)