Los Sacramento Kings asaltaron el Footprint Center tirando de épica. El cuadro californiano se llevó la victoria de la cancha de los vigentes finalistas de la NBA por 107-110 gracias a un triple de Harrison Barnes sobre la bocina, que dio a los de Walton su segunda victoria del curso. Phoenix, por su parte, sufrió su tercera derrota en cuatro partidos, firmando un arranque de temporada bastante mejorable.
Parecía, no obstante, que los de Arizona iban a llevarse el choque tras haber estado contra las cuerdas. A falta de menos de tres minutos para el final, un triple de Haliburton ponía a Sacramento con una ventaja de 95-105 que les dejaba el partido encarrilado, pero los Suns supieron rehacerse y lograron un parcial 12-2 que llevó el empate al electrónico. Jae Crowder, con dos triples, fue fundamental en dicho periodo, como también lo fue Booker con una canasta y la asistencia a Mikal Bridges para que este pusiera el 107-107 con medio minuto por jugarse.
Los Kings tampoco pudieron anotar en su siguiente posesión, pero cuando todo el pabellón esperaba para estallar con la canasta de Booker que culminase la remontada, el escolta erró su lanzamiento, dando un último balón a Sacramento con 3,7 segundos por jugarse. La defensa de los Suns, gastando su última falta, logró reducir a 1,8 segundos dicho tiempo, pero siguió siendo suficiente para que Harrison Barnes, con un triple en catch & shoot, decidiese el partido.
El alero culminó así una gran actuación, en la que con 22 puntos y 9 rebotes dio continuidad a un inicio de curso sensacional en lo individual y que está ayudando a los suyos a sumar triunfos. El máximo anotador del equipo, no obstante, fue Buddy Hield, que ejerció una vez más de sexto hombre y lo hizo anotando 7 triples en 11 intentos, lo que le permitió irse hasta los 26 tantos. El bahameño fue fundamental en el tercer cuarto, en el que Sacramento dio la vuelta a un choque en el que había por detrás desde el inicio y comenzó a creer de verdad en sus opciones de victoria.
«Este año somos un grupo diferente» aseguró Luke Walton tras el encuentro. «Sé que aún queda mucho por delante, pero aun así hemos invertido mucho tiempo y trabajo para convertirnos en un equipo en el que todos creemos en todos. Estoy contento por los jugadores, porque han trabajado muy duro hoy para sobreponerse después de una mala primera parte».
Los Suns, por su parte, estuvieron liderados por los 31 puntos de Devin Booker y el descomunal doble-doble de DeAndre Ayton, autor de 21 tantos y 21 rebotes. Los locales comenzaron controlando el choque con tranquilidad, pero una vez que los Kings dieron un paso adelante tuvieron muchos más problemas hasta el punto de tener que tirar de épica para empatar el partido en el último minuto. Ese último tramo demuestra el potencial que este equipo tiene, pero también hace más grave el bajón de nivel de prácticamente toda la segunda mitad.
(Fotografía de portada: Christian Petersen/Getty Images)