Isaiah Hartenstein está a un solo triunfo de disputar sus primeras Finales de la NBA. Será con la casaca de OKC Thunder, dónde arribó este pasado verano por un acuerdo de 3 temporadas y 87 millones.
Precisamente los Knicks, su antiguo equipo, se encuentra disputando las Finales del Este con un 3-1 en este preciso instante ante los Pacers.
Y resulta muy curioso comprobar como en todos los finalistas de conferencia hay antiguos jugadores de los Knicks, tales como el citado Hartenstein; Randle y DiVincenzo en Minnesota, y Obi Toppin en Indiana.
«Es muy curioso ver cómo están ahora mismo estos tres equipos (Minnesota, Indiana y OKC). Creo que todos hemos salido ganando», dijo al medio SNY.com sobre los movimientos acontecidos en verano.
«Y luego ves a Obi Toppin en Indiana… Para mí es una sensación agridulce para todos», destacó.
Hartenstein no podría imaginarse cómo sería un enfrentamiento ante los Knicks en unas supuestas Finales de la NBA, pero lo que sí tiene muy claro es que el año pasado no llegaron más lejos por culpa de las lesiones.
«Creo que tuvimos muy mala suerte con la lesión de O.G. (Anunoby)», reconoció Hartenstein.
«Hubiéramos tenido una muy buena oportunidad con todo el equipo al completo. No quiero hacer ninguna hipótesis, pero con todos sanos, éramos un equipo realmente bueno», explicó.
Los Knicks del año pasado posiblemente fueron su mejor equipo en décadas con Brunson, Hart, Anunoby, Randle, DiVincenzo y el citado Hartenstein.
El enfado Knickerbocker
Muchos de los aficionados Knickerbockers entraron en cólera por aceptar la oferta de los Thunder.
Lo que muchos desconocen es que los Knicks no podían permitirse firmarle semejante cantidad de dinero sin superar el temible APron 2.
El dirigente Sam Presti le planteó una oferta irrechazable: 87 millones repartidos en tres temporadas, de los cuales 65 están garantizados.
«Lo que mucha gente no entiende es que nuestro sector, al fin y al cabo, también es un negocio. Todos se enfadan cuando tomas una decisión así. Pero al fin y al cabo, también te pueden traspasar», destacó Hartenstein.
«Hubo muchos casos de jugadores que aceptaron menos dinero, y aún así terminaron por ser traspasados», agregó.
Los movimientos de Leon Rose
La marcha de Hartenstein y la lesión de Mitchell Robinson fue el empujón definitivo para apostar por Towns. Los Knicks necesitaban, y querían un pívot, y la oportunidad se les presentó desde Minneapolis, aunque por el camino tuvieran que romper la comunión de los Villanova Boys.
Se marcharon Hartenstein, Randle y DiVincenzo, pero por el camino firmaron a Mikal Bridges y KAT. Y todo ello ha resultado fantástico para todos, ya que por primera vez en 25 años los Knicks han alcanzado sus primeras Finales de conferencia.
«El presidente del equipo hizo un trabajo fantástico adaptándose a todo», señaló Hartenstein.
«Leon Rose… Por cómo se adaptó a todo eso y alcanzar las Finales del Este. ¿Quién se lo habría imaginado cuando tomó el mando de los Knicks?», concluyó.
(Fotografía de portada: Imagn Images)