Hayward apareció a tiempo ante Minnesota

Cuando las fuerzas menguan, no hay nada como un acicate repentino para propulsarlas de nuevo.

Gordon Hayward, quien anotó 16 de sus 18 puntos durante el último cuarto, se convirtió precisamente en ese reclamo que tanto necesitaba su equipo cuando veía que el partido ante los Timberwolves podía escapárseles.

Pero al final su actuación, en la que también cabe destacar un 6 de 9 en tiros en ese último periodo, sirvió para que los Jazz se impusieran por 84-93.

Fin al viaje

Cinco partidos llevaban fuera de casa, razón suficiente como para pensar que el cansancio empezaba a acumularse en sus piernas y sobre todo en su mente.

«Traté de beber [bebidas isotónicas] en el banquillo e intentar obtener energía. Hoy era difícil de encontrarla, y estoy feliz por la victoria», resaltaba Hayward.

Derrick Favors añadiría 19 puntos para Utah, además de los 15 por cabeza que tendrían Rodney Hood y Trey Lyles.

Más cansancio

Los Wolves tampoco es que estuvieran fresquísimos. Su dura batalla ante los Wizards una noche antes, con sus titulares cargados de minutos, no era la mejor situación física con la que presentarse al partido.

«Lo que más me ha gustado de nuestros jugadores es que el objetivo estaba ahí, el esfuerzo también. Aunque es verdad que los cuerpos no», explicó Sam Mitchell, técnico de los locales.

Ricky Rubio anotó 23 puntos con un 6 de 9 en tiros, mientras que Karl-Anthony Towns aportaría 14 puntos y 11 rebotes para Minnesota.


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