La recuperación va viento en popa y más. Gordon Hayward corta las aguas como el velero de Espronceda. Sólo han pasado tres meses de una de las imágenes más indigestas que ha dejado el mundo de la canasta. Y anoche resultaba difícil de creer que esa pierna rodeada con velocidad por un balón, fuese la misma que en octubre formaba aquel descorazonador angulo sobre el parquet.
Sin hablar de retorno, sin soñar con playoffs, sin precipitar las cosas, quedémonos con la noticia. Hayward ya tira a canasta en los prolegómenos del calentamiento de un partido de los Celtics; y lo hace con gran soltura.
La cara del alero se hizo visible por primera vez junto a las del resto del equipo en su visita a la Costa Oeste para enfrentarse a los Clippers. Este hecho puntual se convertirá en algo mucho más frecuente a partir del mes de marzo.
Brad Stevens, se ha hecho eco The MetroWest Daily News, ha anunciado que se acerca el momento de que Hayward se incorpore a las rutinas de avión y agenda del equipo como parte del proceso de reintegración en la vida del vestuario.
«Aún le queda mucho, pero ya es capaz de lanzar estupendamente en estático».