De’Aaron Fox es un jugador espectacular. Si bien los Sacramento Kings no terminan de encontrar una línea firme en sus resultados, ello no impide que el base esté brillando con luz propia; tanto es así que anoche rompió un récord vigente desde el año 1960 al conseguir 60 puntos para los californianos en la derrota por 126-130 ante Minnesota Timberwolves. Más claro: es ahora el jugador con más puntos en un partido en la historia de los Kings.
Fox batió la marca que estableció Jack Twyman hace 64 años con los entonces llamados Cincinati Royals al conseguir 59 puntos. Era todo un mito, ya que se trataba del récord anotador más antiguo entre las franquicias de la NBA. Pues bien, ya tiene sucesor. Ahora para encontrar el récord más antiguo hay que mirar a los Atlanta Hawks, donde Bob Pettit firmó 57 en 1961, marca que ha sido igualada (que no superada) por Dominique Wilkins y Lou Hudson.
Para alcanzar tan redondo número Fox acertó en 22 de sus 35 tiros de campo, incluyendo un 6 de 10 en triples. Ya desde la línea de personal hizo un casi perfecto 10 de 11. Por cierto, 21 de sus canastas fueron sin asistencia, siendo el que más ha hecho desde Andre Miller en 2010, quien logró 22 con la camiseta de Portland Trail Blazers. Toca disfrutar de la histórica actuación de Fox.
Siguiendo con los datos de una noche para el recuerdo, tenemos que Fox ha conseguido el primer partido de 60 puntos de la temporada 2024-25 de la NBA. Es un logro, pero no uno que suela ir acompañado del éxito colectivo, y es que en la 2023-24 hubo ocho actuaciones con al menos 60 puntos y el balance de los jugadores que lo consiguieron es de 3-5.
Un esfuerzo sin recompensa
Fox anotó 26 de sus puntos entre el último cuarto y la prórroga contra los de Minneapolis, pero no fue suficiente para unos Kings sin DeMar DeRozan (dolor en la espalda) y Malik Monk (lesión de tobillo). Enfrente, Anthony Edwards terminó con 36 puntos, Randle agregó 26 y Naz Reid tuvo 16. Con la victoria de los Wolves ahora ambos equipos tienen un balance de 7-6 para ocupar puestos de play-in en la Conferencia Oeste.
(Fotografía de Lachlan Cunningham/Getty Images)
