El periplo por Cleveland no ha sentado nada bien a los Celtics. Con un tercer partido en el que les pasaron por encima y un cuarto en el que no pudieron ganar pese a estar más cerca, a Boston le toca volver a confiar en el TD Garden para mantener la iniciativa en la eliminatoria.
Porque en Masachussetts hay unos Cetics y lejos de su cancha otros. Los datos son irrefutables. Como local tienen un récord de 9-0 en playoffs y como visitante de 1-6. Al Horford espera que el retorno a la guarida verde les de el empujón que necesitan para plantarse en las Finales de la NBA.
«Como grupo, estamos emocionados por estar de vuelta, por lo que supone regresar a casa. Obviamente somos conscientes del desafío. No podemos pensar en el sábado. Solo tenemos que preocuparnos por esta oportunidad. Tenemos un quinto partido en casa y tenemos que aprovecharlo al máximo», comenta a los medios.
Frenar a Cleveland
Que Boston morderá en casa es una realidad, pero que puede que no sea suficiente, también. Cuando la serie dio comienzo en territorio céltico, los Cavs estaban lejos de mostrarse como una máquina engrasada, tanto como para partidos históricos de LeBron James culminasen en derrota. Eso ha cambiado. Cleveland llega al quinto partido tras ver el tercer doble-doble consecutivo de Kevin Love, y con J.R. Smith y Kyle Korver firmando un 12 de 19 triples en los dos últimos encuentros. Antes de frenarlos, hay que desconectarlos. Brad Stevens tiene trabajo.