Los verdes sufrieron su primer traspiés tras acumular hasta siete triunfos consecutivos desde el 26 de enero
La apuesta de Houston sigue adelante. Sin pívots, James Harden y Russell Westbrook han terminado por tomar el mando –si es que no lo tenían ya– para hacer que los Rockets palpiten a su ritmo durante los 48 minutos de partido. Anoche, recibiendo a un gran rival como son los Celtics, las estrellas de los de Texas se combinaron para hacer 78 puntos y brindar ante su público un triunfo por 116-105.
«Da bastante miedo». Así ve La Barba su combinación con Westbrook en estos momentos. Y puede no faltarle razón. Además de los mencionados 78 puntos, también acumularon 18 rebotes y 12 asistencias para cerrar el partido en una excelsa segunda mitad en la que marcaron diferencias. Mike D’Antoni cree que el cambio de sistema les ha beneficiado. «Está ayudando a ambos. Y así debería ser, ya que les abre la pista. Ambos son muy buenos penetrando y finalizando… Y es algo de lo que también deberían aprovecharse los demás».
Lo cierto es que ya sea por este u otro motivo, Harden lleva varios encuentros a gran nivel. Para ser exactos promedia 32,7 puntos en febrero y ha firmado hasta tres noches de al menos 40 puntos. Y es justo esa cifra la que trae de cabeza a los verdes. El MVP de 2018 lleva tres partidos seguidos ante Boston yéndose al menos a esos 40 puntos, algo que junto a él han hecho únicamente Kareem Abdul-Jabbar y Kobe Bryant.
El nuevo Westbrook
Podemos decir sin miedo a equivocarnos que estamos ante el mejor Westbrook que hemos visto, incluyendo incluso al que promediaba triple-doble. La efectividad del base de los Rockets ha crecido enormemente merced a un importante cambio en su juego, ya que ha dejado prácticamente de lado los triples para lanzarse a por el aro rival. Así, tenemos que en los diez últimos partidos ha hecho hasta 234 puntos en la pintura, algo que solo había conseguido Shaquille O’Neal en las 20 últimas campañas.
Los datos que aporta ESPN sobre sus hábitos de lanzamiento hablan por sí solos. En los primeros 34 partidos de la temporada el 23% de sus lanzamientos eran triples, mientras que en los últimos 10 el uso del tiro exterior se queda en un 5%. Y es justo esa variación la que ha ido a la pintura, donde ha pasado del 52% al 71% de lanzamientos. Como es lógico, la distancia media de sus tiros ha pasado de los 3,7 metros a los 2,5.
Stevens, resignado
Gordon Hayward se fue a los 20 puntos, Jaylen Brown anotó 19 y Jayson Tatum firmó 15 con un 5 de 15 en tiros. Boston no estuvo bien, pero para Brad Stevens fue bastante más importante el hecho de que sus rivales, Harden y Westbrook, estuvieran sobresalientes. «Harden estuvo genial… Westbrook estuvo genial. Son dos de los mejores jugadores del mundo y lo demostraron nuevamente esta noche».
Si el técnico de los Celtics estaba resignado, para Kemba Walker el partido fue más bien una prueba personal que no superó. Sintiéndose líder del equipo, entiende que su mala noche en ataque (14 puntos con 5 de 17 en tiros) no debió hacer que la energía que proyectase a sus compañeros fuese negativa. «Soy uno de los líderes en este equipo, uno de los muchachos que el equipo observa, así que cuando me siento frustrado, todo el mundo lo ve y se contagia. Tengo que ser mejor para esconder mi frustración»
(Fotografía de Matthew Stockman/Getty Images)