Los Rockets necesitaron tres partidos para coger sensaciones, pero tras las dudas dejadas en ese inicio, ya están oficialmente aquí. El conjunto texano se ha hecho esta madrugada con su cuarta victoria consecutiva, y la ha conseguido ante unos Lakers con los que no ha tenido ningún tipo de piedad. Con un arrollador 128-94, Houston ha aprovechado el altavoz que supone jugar ante los angelinos para avisar al resto de la liga de que este año no son una broma. De que al talento que ya se sabía que tenían le han añadido garra, madurez, y un entrenador consagrado. Y de ahí salen cosas.
La ausencia de Anthony Davis les permitió darse un festín ante su público y no desaprovecharon la oportunidad. Con 68 puntos en la pintura, expusieron desde muy temprano la carencias angelinas para llevar la ventaja hasta los 15 tantos en el primer cuarto, situarla por encima de los 20 al descanso, y divertirse en una segunda parte en la que la diferencia escaló a los 35. El Toyota Center estallaba en júbilo, y no era para menos, pues los presentes vieron a los suyos colocarse con más victorias que derrotas por primera vez desde febrero de 2021. Vuelve a haber vida en este equipo.
Jalen Green, con 28 tantos, fue el encargado de comandar a los locales en una de sus noches más eficientes. El escolta terminó con un 11/15 en sus lanzamientos gracias a la escasa oposición en la pintura (6/8) y a su acierto exterior (5/6), firmando su mejor actuación del curso y liderando una paliza que no necesitó de grandes individualidades. Todos los Rockets pudieron sumarse a la fiesta, pues el reparto de minutos de Udoka permitió que los 13 hombres que pisaron la pista sumasen en anotación y fuesen parte del triunfo.
Drama lejos de Los Ángeles
Poco pudieron hacer para intentar aguar la fiesta los Lakers, en los que los 24 puntos de Rui Hachimura, los 22 de D’Angelo Russell y los 18 de LeBron James sirvieron para poco más que maquillar el marcador. El parcial de 2-11 de salida avisó de que esta no iba a ser una noche agradable para los californianos, que ya pueden empezar a poner velas a Anthony Davis para ver si La Ceja puede volver a acompañarles pronto sobre el parqué.
Pese a que a priori la plantilla llegaba más hecha a este inicio de curso que al anterior, este tampoco está siendo un comienzo cómodo para los Lakers, que con este tropiezo suman ya cinco en los ocho primeros partidos, todos ellos a domicilio. Mientras que en el Crypto.com Arena cuentan sus choques por victorias, lejos de casa ocurre por ahora todo lo contrario, lo cual está impidiendo que los de Ham encuentren sensaciones y está propiciando unos primeros pasos complicados.
La situación sigue, pese a todo, lejos del dramático arranque del año pasado. Pero desde luego tampoco se parece al inicio con el que muchos soñaban.
(Fotografía de portada: Carmen Mandato/Getty Images)