La franquicia de Texas se impuso a Minnesota tras perder cuatro partidos de forma consecutiva
Houston ha logrado la victoria que necesitaba. Sin demasiado brillo pero sabiendo reponerse a un mal comienzo de partido, los chicos de Mike D’Antoni se impusieron a Minnesota Timberwolves por 117-111 y romper una racha de cuatro derrotas consecutivas.
Los Rockets han respirado aliviados tras lo que ellos mismos habían definido como tocar fondo tras la derrota frente a Orlando Magic. Guiados por un acertado James Harden que se fue hasta los 37 puntos (incluyendo un 5 de 10 en triples) y 7 asistencias, los de Texas dieron un paso al frente en el tercer cuarto que les sirvió para remontar frente a los de Minneapolis. D’Antonio cree que fue clave la urgencia que sintieron en el equipo.
«Nos sentimos desesperados, jugamos más duro e hicimos todos con algo más de intención. Además, conseguimos buenas canastas que hasta entonces no estaban entrando. Esperemos que la lección esté aprendida y que no volvamos a dar ningún paso atrás», recalca sobre la mala dinámica de las últimas fechas.
Para que la victoria se quedase en casa Harden contó con la colaboración de Russell Westbrook, autor de 27 puntos y 7 asistencias, así como con la de Eric Gordon y Austin Rivers, quienes desde el banquillo aportaron 16 y 11 puntos respectivamente. Para La Barba todo se resumen en que hagan su baloncesto. «Solo tenemos que encontrarnos unos a otros. Volvamos a lo que somos. Jugar libres, jugar el baloncesto Rockets a ambos lados de la cancha».
Saunders, satisfecho con lo suyos
Minnesota está viviendo un final de temporada en el que no tienen más objetivo que hacer crecer la química del equipo mientras piensan en el proyecto 2020-21. Pese a ese contexto, los de Minneapolis están compitiendo cada noche y ya han logrado alguna victoria sonada como las conseguidas en cancha de Miami o New Orleans.
Así se presentaron en Houston, donde D’Angelo Russell volvió a ser el líder con 28 puntos y Juancho Hernangómez aportó 18 putos y 10 rebotes que ayudaron a que los Timberwolves se mantuviesen en el partido a lo largo de los 48 minutos. Pese a la derrota, tras el partido Ryan Saunders alabó el trabajo que habían hecho sus chicos sobre la pista.
«Estoy realmente orgulloso de cómo pelearon estos muchachos. Por supuesto que entendía a qué nos enfrentábamos esta noche. Era un equipo que estaba desesperado por una victoria… pero estoy muy orgulloso de muchas de las cosas que hicieron estos muchachos», recalca el entrenador jefe de los Wolves.
(Fotografía de Maddie Meyer/Getty Images)