El experimento de Oklahoma City Thunder no ha funcionado. Con las expectativas por todo lo alto tras incorporar a Paul George y Carmelo Anthony, pocos esperaban la tortuosa Temporada Regular que han vivido, y menos incluso que caerían en primera ronda de playoffs.
Pasado el calvario, llega el momento de depurar culpabilidades. La franquicia ya ha confirmado que Billy Donovan seguirá a los mandos del vestuario, por lo que toca fijar la vista a los que pelean sobre la cancha. En esa línea a nadie escapa de Carmelo Anthony es uno de los principales señalados… pero no el único. Visto el funcionamiento del llamado ‘Big Three’ de OKC, también hay quien apunta que Russell Westbrook no es capaz de hacer jugar a sus compañeros; tesis a la que ahora se suma Dwight Howard.
El pívot de Charlotte Hornets, jugador acostumbrado a comer bajo los aros a través de lo que le ofrecen sus compañeros, cree que el MVP del curso 2016-17 sigue siendo demasiado individualista cuando el presente le pide jugar para los demás.
«Russ es quien tiene más veces el balón en sus manos. A Carmelo y Paul George los veía a veces de pie, simplemente mirando. Al final de los partidos, creo que la pelota debería haber estado más veces en manos de Carmelo porque se desenvuelve bien en esos momentos. Paul George es un chico que te va a dar 20-30 puntos entre el primer y el tercer cuarto», comenta antes de recalcar a ESPN que es Westbrook quien debe propiciarlo.
«Russ debería simplemente involucrar a todos desde el principio del partido y dejar que los muchachos jueguen. En este punto de su carrera, él ya ha hecho todo lo que podía a título individual. Ha recibido todos los elogios posibles. Ahora se trata de hacer mejores a todos los que le rodean», sentencia.
Cuestión de matices
Westbrook es quien es. Con 10 temporadas NBA a sus espaldas, ha dejado claro que no es un playmaker, sino un anotador que puede imponer su ley a base de físico y talento. Pero aun así, siendo un jugador habituado a lanzarse por el aro sin mirar más allá, esta temporada la comenzó lanzando mucho menos de lo que acostumbraba y soltando el balón a sus compañeros. Simplemente no funcionó. Pese a relegar a Carmelo a jugar lejos del balón y otros ajustes, no encontraron la fórmula. Que Westbrook a veces se equivoque por querer resolver por su cuenta es cierto, pero también lo es que no ha tenido el mejor acompañamiento para ganar haciendo algo distinto.