Los primeros años de Ian Clark en la NBA han tenido un poco de todo. Siendo olvidado cuando se presentó al Draft, sus dos primeras campañas, pasadas entre Denver Nuggets y Utah Jazz, le mantuvieron prácticamente en el anonimato al apenas jugar siete minutos por partido. Todo cambió en 2015. Ese año, firmado por Golden State Warriors, empezó a destacar en el mejor equipo del momento, lo que le condujo a un curso 2016-17 en el que acabaría jugando hasta 14,8 minutos por noche para un promedio de 6,8 puntos (anillo incluido).
Ahora, dejando atrás a los Curry, Thompson y el brillo de Golden State, aterriza en New Orleans Pelicans, un equipo cuya meta se encuentra en los próximos playoffs, y en el que Clark quiere demostrar que su juego puede brillar lejos de Oakland.
«Quiero ser capaz de demostrar qué puedo hacer en los minutos que consiga y tener un rol más importante este año. Quiero ayudar tanto a nivel ofensivo como defensivo y demostrar que lo que hice no fue solo por estar en ese equipo», señala a CBSSports.
Ampliando su repertorio
Clark entiende que es su lanzamiento el que le ha labrado un hueco en la liga; sin embargo, espera que esta nueva andadura sirva para mostrar cualidades que se mantenían ocultas con los Warriors. «Tirar y anotar es algo que hago bien. Nunca he sido un clásico base, pero puedo manejar la bola e iniciar jugadas. No pude hacerlo en Golden State pero sé que podría. Haré todo lo que el equipo necesite. Todo depende de los jugadores que tengamos en pista», explica.