El jugador de los New York Knicks, Immanuel Quickley, está sumido en un pequeño bache de juego coincidiendo con el arranque de su segunda temporada en la NBA.
La incorporación durante la temporada baja de Evan Fournier y Kemba Walker ha repercutido en un descenso de cuatro minutos en pista para él respecto al pasado curso. Un tiempo que no ha sabido exprimir pues sus promedios ascienden hasta los 5,7 puntos y un acierto en tiros de campo del 31,3%, cuando estos alcanzaron los 11,4 tantos y un porcentaje del 39,5% en su año rookie.
Sin embargo, Quickley se ha mostrado optimista y no cree que se trate, ni mucho menos, de una recesión en su desarrollo. «No creo que sea realmente un bache», afirmó el jugador, según recoge el New York Post. «No he logrado anotar algunos tiros pero es una temporada larga. No es una temporada de diez partidos, sino de 82. Simplemente sigo en el gimnasio, trabajando duro y con mi confianza alta.»
Por lo tanto, el sophomore afirma que recuperará el nivel exhibido el pasado curso más pronto que tarde. «No estoy preocupado por ello», añadió el jugador. «Eso solo significa que jugaré muy bien el resto de la temporada si no lo hago ahora mismo. Simplemente me han dicho que sea yo mismo, lo que significa que tengo confianza y que seguiré jugando duro y manteniendo mi energía en la cancha.»
Los Knicks han comenzado la temporada con seis victorias en sus primeros diez partidos, lo que los sitúa en la séptima posición de la Conferencia Este.
(Fotografía de portada de Sarah Stier/Getty Images)