A Immanuel Quickley le sigue tocando esperar, y puede que tal situación no cambie incluso con la temporada empezada. Así es. Con la posibilidad de firmar una extensión de contrato con los New York Knicks hasta el 23 de octubre, lo único que se escucha sobre ello es al propio jugador diciendo que está tranquilo y centrado en la cancha.
«Ahí es donde entra mi fe. Realmente todo depende de Dios. No voy a mentir, he tenido la suerte de no preocuparme siquiera por eso. Pasan días, a veces semanas, en los que me olvido de todas esas cosas. A menos que alguien me lo recuerde. Así que mi principal objetivo es venir todos los días y tratar de mejorar», comenta a Stefan Bondy de The New York Post.
Más allá de que termine consiguiendo un nuevo contrato o no, lo que está claro es que su disposición a trabajar está encandilando a la organización neoyorquina, donde su propio entrenador, Tom Thibodeau, no escatima en elogios.
«Ni siquiera se podía pedir más de él y ha sido capaz de dejar de lado el tema del contrato. Creo que sus agentes se encargan de eso. Se centra en el baloncesto y en poder formar un equipo ganador. La forma en que llegó, la forma en que está, lo que ha hecho hasta ahora… Simplemente es Quick. Esté donde esté durante la offseason, sé que estará en el gimnasio dos veces al día. No importa qué país sea. No importa qué ciudad sea. Nada de eso importa. Estará trabajando», recalca.
(Fotografía de Dustin Satloff/Getty Images)