El pasado sábado, Anthony Davis cayó al suelo tras completar un alley-oop y no poder sujetarse al aro, lo que supuso que el jugador acabara con un esguince en su hombro derecho.
Se perdió el siguiente encuentro ante los Jazz, y lo más probable es que también se pierda el choque de mañana frente a los Pacers.
“El dolor que tiene ahora es fuerte. Cuando tienes una caída así, tienes que agradecer que no se te dañe la muñeca u otra parte. Será reevaluado cada día”, sentenció su entrenador, Monty Williams.
Sin embargo, y a pesar de su lesión, el pívot tiene claro que quiere jugar el All-Star y en su tratamiento seguirá tres pasos, con el objetivo de recuperarse lo antes posible.
El primer paso es lograr aliviar las molestias que tiene; el segundo, conseguir que los movimientos con el hombro sean los que podría hacer sin tener la lesión; y en último lugar, fortalecer los músculos del hombro para evitar una rápida recaída.