La semifinal de conferencia entre Indiana y New York se ha convertido en un constante toma y daca. Tras seis partidos, ambos equipos han defendido su cancha con uñas y dientes, incluyendo el de anoche en Indianapolis. Tras recibir un severo correctivo en la Gran Manzana, los Pacers se levantaron para devolver el golpe con un 116-103 que fuerza el séptimo partido en el Madison Square Garden entre dos de las franquicia que más rivalidad tienen entre ellas de toda la NBA.
A diferencia de anteriores choques, en esta ocasión se vivió un inicio muy igualado. Durante cuarto y medio ninguno de los equipos se despegó y el intercambio de canastas fue una constante. Sin embargo, por el camino vivimos una nuevo problema físico en el Knicks. Josh Hart se llevó un golpe en el abdomen en la pelea por un rebote y desde ese momento no sólo estuvo renqueante, sino que vio muy reducidos sus minutos para pasar mucho tiempo en el banquillo entre gestos de dolor. De cara al Game 7 puede ser un factor –en el sexto ya lo fue–.
En cuanto a cómo ganó Indiana, en esta ocasión Pascal Siakam fue el factor determinante. Ni en la pintura ni en la línea de tres puntos, fue desde la media distancia donde golpeó el camerunés, quien ayudó primero a que Indiana se despegase justo antes del descanso, y posteriormente hizo lo propio tras el paso por vestuarios para que la renta viviese por encima de la decena de puntos hasta la bocina final. Él concluyó con 25 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias. Los Pacers lo hicieron dándose una nueva oportunidad de alcanzar las finales de la Conferencia Este.
Lo cierto es que a Indiana se le vio mucho más activo que en el quinto partido. Rick Carlisle definió entonces el esfuerzo de sus chicos como una vergüenza y estos respondieron mostrando un carácter del que en otras ocasiones han parecido adolecer. «Creo que el Game 5 fue el menos agresivo de nuestro playoffs. Jugamos duro esta noche, lo cual era imprescindible. Salimos duro esta noche, lo cual fue evidente, pero también movimos mejor el balón, conseguimos más rebotes y eso obviamente ha sido una parte importante de lo que ha ocurrido hasta ahora en esta serie», comenta el head coach de los Pacers.
Más allá del trabajo de Siakam, el triunfo fue fruto de un esfuerzo colectivo. Empezando por los 15 puntos y 9 asistencias de Tyrese Haliburton, otros tres jugadores estuvieron en dobles dígitos de anotación: Myles Turner (17), Andrew Nemhard (15) y T.J. McConell (15).
31 de Brunson y lesión de Hart
Para los Knicks fue un partido complicado. Jalen Brunson no empezó bien, pero se terminó poniendo en marcha para alcanzar los 31 puntos. Fue un esfuerzo sin premio. Aunque tanto Miles McBride (20 puntos) y Donte Divincenzo (17 puntos) le acompañaron en su cometido, ello no impidió que los Pacers anotasen con una facilidad que les impidió poder pelear por la victoria en el último cuarto. La derrota fue un varapalo para ellos, pero más aún quedarse sin Josh Hart. En un plantel neoyorquino que ya está enormemente golpeado por las lesiones, anoche el alero jugó durante muchos minutos mermado por lo que la propia organización definió como dolor abdominal.
Con la cabeza puesta ya en el Game 7, Tom Thibodeau avisa que en tal encuentro van a tener que jugar «mucho mejor». Sin embargo, lo que más preocupa es la situación física de Hart. Ya están de Julius Randle, Mitchell Robinson, Bojan Bogdanovic y OG Anunoby. Sí, lo de los neoyorquinos es una tragedia y Brunson no parece dispuesto a perder más soldados. «Espero que juegue. Es un Game 7», sentencia.
(Fotografía de Dylan Buell/Getty Images)