Los Boston Celtics se han ganado el derecho a ser considerados los favoritos al anillo hasta que se demuestre lo contrario. Después de un título incontestable y de que la plantilla no haya cambiado, no hay motivos para pensar que este no es un equipo capaz de doblegar a cualquiera que se le ponga delante en cuanto decida pulsar el acelerador. Pero, casi por primera vez muchos meses, estas semanas están pareciendo humanos.
Los de Mazzulla han caído esta madrugada por 114-123 ante los Indiana Pacers, un resultado que supone la cuarta derrota en los últimos seis encuentros y que les hace quedarse ya a 4,5 partidos de los Cavaliers, cada vez más consolidados como líderes de la liga. De hecho, los de Massachusetts tienen ya mucho más cerca a los Knicks, que con siete triunfos consecutivos están solo a un encuentro de distancia y parecen decididos a pelearles la segunda posición.
Vuelve el mejor Haliburton
El tropiezo llegó propiciado por la gran actuación de Tyrese Haliburton, que está viviendo un año muy irregular pero que sacó su mejor cara para cobrarse la venganza por la derrota sufrida hace dos días. Sin Jrue Holiday para contenerlo en el perímetro ni Kristaps Porzingis para cerrar el aro, el base se fue hasta los 31 puntos a base de anotar frecuentemente en la pintura, y con 7 asistencias y cero pérdidas redondeó una de sus mejores noches del año.
Tyrese fue de hecho el instigador del parcial de 0-13 que dejó el duelo sentenciado para los suyos. Con sus canastas y sus pases, tomó las riendas de un choque en el que los Pacers habían ido por delante casi todo el tiempo pero siempre con distancias muy cortas, apagando los ánimos del TD Garden y colocando a los visitantes 15 arriba con solo unos minutos para el final. Una distancia que Boston no encontró manera de remontar.
Problemas en el triple
Los locales estuvieron comandados por los 31 puntos de Jaylen Brown, mientras que Jayson Tatum terminó segundo en esta materia con 22. No obstante, ambos, al igual que todo el equipo (con la excepción de Pritchard y Hauser) tuvieron serias dificultados para anotar desde el perímetro, un problema que se fue acrecentando a lo largo de la noche y que terminó con los Celtics firmando una de sus peores actuaciones del año a nivel de acierto (29,6%).
Tatum fue el más señalado con su 2/10, pero no fue menos grave el caso de Derrick White, que se quedó en un 3/11, y Al Horford fue incluso más allá al firmar un 1/10. Aun así, Boston anotó siete triples más que los visitantes, pero estos lanzaron más de 30 veces menos desde el perímetro (54-23) y se centraron en hacer daño en la pintura, donde sumaron 66 de sus tantos y consolidaron un triunfo fundamental en su escalada hacia los playoffs.