Indiana Pacers, al igual que por estas fechas en 2017, está ya de vacaciones tras haber sido eliminado en primera ronda de playoffs por Cleveland Cavaliers. Esa es la realidad a grandes rasgos, pero el contenido de tal resultado poco tiene que ver con el que les hacía mirar con dudas al futuro hace doce meses.
Por aquel entonces la gerencia de Indianapolis sabía que su jugador franquicia, Paul George, no quería continuar en el equipo, lo que les obligaba a cerrar un traspaso con el problema añadido de que los demás equipos sabían que estaban forzados a ellos. Resolvieron con un intercambio con los Thunder –menospreciado por bastantes en aquel momento–, en el que conseguían a Victor Oladipo y Domantas Sabonis.
Poco hay que explicar sobre la labor de ambos desde que aterrizaran en Indiana. El primero se ha convertido en All-Star y el segundo ha brillado con luz propia como una inesperada fuerza interior. Con ellos pusieron a LeBron James y sus Cavaliers contra las cuerdas. Y con ellos y una base sólida quieren crear una cultura más allá de grandes nombres como el de Paul George, quien en cuestión de meses puede ser agente libre sin restricciones.
«Antes de hablar de nadie me gustaría saber si nos encaja en el esquema. Ahora somos un equipo diferente. No nos importan los grandes nombres, las grandes personalidades ni las grandes marcas. Lo que nos importa es ser humildes… Si hay alguien que encaje en eso, sí estaríamos interesados. Pero si no es así, no tenemos ningún interés», comenta Kevin Pritchard, general manager de Pacers, en declaraciones a Dan Dakich de ESPN 1070.
Encantado con Oladipo
Candidato al premio de Jugador más Mejorado, Oladipo no ha parado de recibir elogios desde hace meses. Ahora, cuestionado por si alguna estrella podría suponer un importante empuje para los Pacers, Pritchard entiende que es Oladipo quien ostenta ya tal rol. «Diría que Victor y Domantas han tenido más impacto en lo que hacemos que incluso Chris Paul (en Houston)… No puedo pensar en ninguna persona que pueda cambiar una organización, y no solo por su forma de jugar, como lo ha hecho Victor», sentencia.