Si Indiana se queda sin nada, no será culpa de George

Jimmy Butler ha sido traspasado a Minnesota Timberwolves. Chris Paul jugará la próxima temporada en Houston Rockets… ¿Y Paul George? El alero de Indiana Pacers, quien ha estado en la lanzadera de despegue tanto en la fecha límite de traspasos como en el reciente Draft, sigue en Indianapolis mientras que la oficina de la franquicia conoce feacientemente su decisión de cambiar de equipo. Si se quedan con las manos vacías no será culpa del alero.

Porque Paul George ha sido claro desde el primer día. Aunque en Indiana quieran dar sensación de tranquilidad y de mantener el mando sobre la situación, lo cierto es que han dejado pasar varios trenes -quizás los mejores-.

Al contrario de lo hecho por otras estrellas de la NBA, casos de LeBron James cuando marchó a Miami o de Kevin Durant al coger el camino hacia Golden State, George ha ido dando oportunidades al equipo que le eligió en el Draft para que su salida sea lo menos traumática posible.

Así, y según informa USA Today, justo antes de que se pasase la fecha límite de traspasos, George se reunió con el propietario del equipo, Herb Simon, para hacerle llegar una decisión que debería haber hecho que desde la gerencia se redoblasen esfuerzos para cerrar un acuerdo. No se hizo. Se confiaba en que cambiase de opinión al poder ofrecerle un suculento contrado al entrar en los mejores quintetos, algo que no pasó.

Más adelante, de cara a la noche del Draft, la cual suele llegar adornada de diferentes acuerdos que salsean el aterrizaje de nuevos talentos a la liga, PG13 fua aún más claro al afirmar que no extendería su contrato con Indiana. ¿Qué hicieron? Volver a pasar sin cerrar un acuerdo que les liberaría de la creciente presión por dar solución a un tema del que depende toda la planificación.

Ampliando horizontes

Con esa perspectiva, y aunque desde un primer momento ha dejado claro que su primera opción es jugar en Los Angeles Lakers, una fuente conocedora de la situación señala que el alero no piensa cerrar ninguna puerta de manera prematura; es decir, si los Cavs, los Celtics o los Spurs convencen a Pritchard para hacer efectivo un intercambio, este sería visto con buenos ojos por un George que estaría encantado de pelear ya por el anillo y que podría volver a firmar en su nuevo destino. Si eso no ocurriese y fuesen los Lakers los que se llevasen el gato al agua, sonreiría igualmente.


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