Los Angeles Lakers dieron inicio a los playoffs de 2023 de manera difícilmente mejorable. Los californianos se estrenaron en las eliminatorias robando el factor cancha a los Grizzlies al imponerse en el FedEx Forum por 112-128, un resultado que es sensacional no solo por su valor en sí mismo sino por las sensaciones transmitidas por el equipo. Y es que si Darvin Ham hubiese soñado anoche con muchas de las cosas que pasaron sobre la pista, seguramente se habría despertado pensado que era demasiado pedir.
De entre las grandes noticias, la que era quizás más deseada por los aficionados angelinos era la versión dominante de Anthony Davis en defensa. Cualquier éxito del equipo en postemporada parece pasar por esta premisa, y La Ceja respondió en este arranque de forma impecable. Con 7 tapones y 3 robos de balón, fue una pesadilla para cada jugador de los Grizzlies que trataba de anotar cerca del aro, y por si fuera poco tuvo tiempo también para capturar 12 rebotes y generar un par de infartos de miocardio al llevarse la mano al codo a grito de «no puedo mover el brazo», acción que terminó en un simple susto. Sus 36 minutos en pista se saldaron con un parcial de +27 para los suyos, y aunque es un dato que, como el marcador final, está un poco viciado dado que Memphis se dejó ir en el último minuto y el resultado no refleja la igualdad que se vivió, sí hace evidente su enorme impacto en cada presencia en pista.
Menos esperable era ver a Rui Hachimura como máximo anotador del equipo, algo que logró al alcanzar los 29 tantos con un sensacional 11/14 en el tiro. Con Jaren Jackson Jr. muy pendiente de las ayudas defensivas, el nipón encontró espacios para castigar desde el perímetro y no los desaprovechó, firmando un 5/5 en triples en la segunda mitad con el que encabezar la reacción de los suyos. Cuatro de dichos triples llegaron en concreto en un pequeño lapso del tercer cuarto, en el que emergió de la nada como figura de la noche y cimentó la que fue su mejor actuación desde su llegada a Los Ángeles.
Sin embargo, el encargado de rematar la faena fue Austin Reaves, que ya había demostrado un enorme descaro y atrevimiento en momentos calientes pero que nunca se había encontrado en uno tan caliente como este. El base se estrenó en unos playoffs sumando 14 de sus 23 puntos en el último cuarto y acaparando todo el juego ofensivo de los suyos en el tramo final, en el que, incluso con LeBron y Davis en cacha, fue el encargado de fabricar y rematar los ataques que terminaron de hundir a los Grizzlies.
Y es que no puede sino considerarse una gran noticia para los Lakers que James y Davis, que terminaron con 21 y 22 tantos respectivamente, quedasen a ratos en un discreto segundo plano en ataque. Ninguno de los dos tuvo que forzar demasiado y ambos encontraron compañeros que castigaran la atención extra que les prestó la defensa rival, lo cual, para un equipo que parece querer aspirar a mucho en estos playoffs, es un gran indicio.
Incertidumbre sobre Morant
En los Grizzlies, por el contrario, el sabor de boca final fue radicalmente opuesto. A pesar de que choque fue muy parejo durante muchos minutos, los de Tennessee terminaron llevándose un doble revés muy doloroso, pues no solo sufrieron la derrota sino que vieron a Ja Morant tener que abandonar el duelo antes de tiempo tras una aparatosa caída. En una penetración a canasta en la que acabó cometiendo falta en ataque, el base cayó apoyando su muñeca y recibió un fuerte impacto que le hizo salir corriendo a vestuarios, perdiéndose los últimos minutos de partido y generando dudas con respecto a su presencia durante los próximos choques.
Antes, no obstante, no estaba siendo una noche grandiosa para él. Con muchos problemas para anotar en la pintura dada la asfixiante defensa de Vanderbilt y las ayudas de Davis, el base se quedó en 18 puntos en los 30 minutos que llegó a disputar, muchos de ellos sumados desde media o larga distancia. Fueron Jaren Jackson Jr. y Desmond Bane quienes, con 31 y 22 respectivamente, comandaron la anotación de los locales, que sin embargo acabaron faltos de recursos y tirando la toalla ante unos Lakers que se cerraron a la perfección e hicieron sangre a base de contraataques.
Con todo, siempre es peligroso sobrerreaccionar al primer partido de una serie de playoffs, más a uno que estuvo tan parejo durante tantos minutos. Los angelinos han dado el primer golpe, pero eso por sí solo no basta. Le toca a Memphis responder y demostrar que si han sido segundos del Oeste no ha sido ni mucho menos por casualidad.
(Fotografía de portada: Justin Ford/Getty Images)