Tras su agónica derrota del día anterior ante los Clippers, Chicago repetía el mismo escenario del Staples Center para enfrentarse ante el otro equipo de Los Angeles. Los pujantes Lakers habían recuperado a D’Angelo Russell, ausente en el partido anterior ante San Antonio por una lesión de rodilla, y los Bulls le daban descanso a Dwyane Wade. Pero, a la vez, se reencontraron con un Jimmy Butler demoledor. Los 40 puntos de su All-Star fueron vitales para que Chicago cerrara con triunfo por 110-118 sus serie de dos noches angelinas.
Partido de estrella
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— ESPN (@espn) November 21, 2016
En ausencia de Dwyane Wade, Fred Hoiberg devolvió a Nikola Mirotic al cinco inicial como alero mientras devolvía a Jimmy Butler al puesto de escolta titular. El movimiento le daba a Butler el peso de la responsabilidad ofensiva, y no la desperdiciaron. 13 puntos en el primer cuarto sirvieron como aperitivo para lo que venía, aunque los veteranos de los Lakers, particularmente Lou Williams (25 puntos, con un 5/6 en triples) evitaban que Chicago rompiera el partido.
La segunda unidad de los Lakers, espléndida esta temporada, abría incluso algunas diferencias en el segundo cuarto. Además de Williams, Larry Nance Jr. seguía seduciendo a la afición angelina, no solo por su incansable trabajo sucio sino esta vez por su acierto anotador. Sus 18 puntos supusieron su récord personal en la NBA ante unos Bulls que perdieron el norte cuando Jimmy Butler descansaba.
Orgullo angelino
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— Los Angeles Lakers (@Lakers) November 21, 2016
Pero, especialmente en el tercer cuarto, la defensa angelina acabó desbordada por la estrella de Chicago. Con el peligro de Lou Williams disminuido, Jimmy Butler decidió. Sus 21 puntos en la segunda mitad, en perfecta sintonía con Rajon Rondo (4 puntos, 12 asistencias y 9 rebotes), empezaban a decidir el duelo. Con los triples de Isaiah Canaan (17 puntos) como ayuda, los Bulls llegaron a abrir un hueco de 15 puntos a mediados del último cuarto que pareció definitivo.
Los Lakers, eso sí, se mantuvieron fieles a su actitud de no dar ningún partido por perdido, acercándose a cinco puntos en el último minuto gracias a un arreón liderado por D’Angelo Russell y Julius Randle. Un susto que acabó siendo anulado en las posesiones calientes por Rondo y Butler, dándole a Chicago la tercera victoria en los cuatro partidos disputados hasta ahora en su larga «Gira del Circo», y devolviendo a los Lakers al 50% de victoria (7-7) tras un inicio de temporada que ha sobrepasado expectativas.