De manera contraria al plan que aparecía dibujado sobre Isaiah Thomas, el menudo base y estrella de los Boston Celtics no tendrán que pasar por el quirófano para reparar la lesión que sufrió a finales de la pasada campaña —la mejor de su carrera—.
Concretamente, Thomas sufrió un pinzamiento femoroacetabular con desgarro del labrum de su cadera derecha, una dolencia tan complicada de pronunciar como de definir una recuperación. Al final, el base de los Celtics no tendrá que pasar por el quirófano, según informó el diario Boston Globe después de informar en esa línea Danny Ainge, presidente de los Celtics.
Thomas agravó sus problemas de cadera después del segundo encuentro de las Finales del Este ante los Cavaliers. Este hecho le impidió seguir peleando con Boston por alcanzar las anheladas Finales de la NBA. Isaiah se quedó, pues, en una sola participación completa durante la ronda final del Este, en la que pudo asestar 17 puntos y 10 asistencias, tras un encuentro en el que los Celtics perdieron por 13 puntos (104-117).
Como ha informado Ainge, Thomas ya ha retomado el trabajo físico dentro y fuera de la cancha, por lo que su disposición para el comienzo de la pretemporada será, en un principio, óptimo.
«Isaiah está haciendo un buen progreso. Está entrenándose en la pista; está tirando. Ya puede estar a toda velocidad en la bicicleta estática y trabaja en la piscina. Está progresando de gran manera», alegó Danny Ainge.
Thomas se produjo la mencionada lesión en la cadera el 15 de marzo, en un encuentro frente a Minnesota. Se perdió los dos siguientes partidos, para volver a recaer en el sexto encuentro de las semifinales de conferencia ante Washington. Finalmente, ante Cleveland un nuevo brote de dolor terminó con su mejor temporada en la NBA —hasta fue candidato a MVP algunas semanas—.