No ha sido una buena semana para las estrellas en la NBA en estos Playoffs. Stephen Curry se lesionó la rodilla y estará al menos dos semanas de baja, Chris Paul se fracturó un dedo y no volvería antes de unas hipotéticas finales del Este, y Blake Griffin no volverá en esta post-temporada por una lesión de cuádriceps.
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En este contexto, la torcedura de tobillo que Isaiah Thomas sufrió al final del tercer cuarto en la clara derrota de sus Celtics ante Atlanta despertó un cierto temor. El base estaba siendo hasta este martes el máximo anotador de los Playoffs con 28,3 puntos de media y el jugador más importante de Boston, con una plantilla que ya ha perdido por lesión a Avery Bradley y que tiene entre algodones a Kelly Olynyk. El diagnóstico dado por los Celtics fue de esguince «leve» de tobillo que permitía ser optimista.
Isaiah: "I'm great, ready for Game 6. I'll play no matter what."
— Adam Himmelsbach (@AdamHimmelsbach) April 27, 2016
La confirmación de la poca preocupación que esta lesión despierta en los Celtics vino del propio Isaiah Thomas, que tras el partido afirmó se encontraba «genial, preparado para el sexto partido. Jugaré pase lo que pase». Tras 29 minutos de juego, Thomas acabó con 7 puntos, su peor anotación de la temporada 2015-16. El All-Star espera recuperar su acierto habitual en el partido del jueves en Boston para alargar la serie y regresar a Atlanta para un séptimo partido a vida o muerte.