Cleveland ha perdido sus últimos cinco partidos, pero no todo son malas noticias. Halagados por su buen juego en este inicio de curso, los Cavaliers han visto como algunas de sus piezas daban un importante paso al frente que les permite alzar la cabeza y mirar al horizonte con optimismo.
En ese grupo de jugadores cuyo crecimiento entusiasma en Ohio se encuentra Cedi Osman. El alero está jugando menos minutos que en las dos anteriores campañas, haciéndolo además desde el banquillo; un escenario que lejos de frenar su juego, le ha otorgado un papel concreto en el que está brillando para anotar más y hacerlo con mayor eficiencia. Para ser exactos está promediando 11,8 puntos con un 48,5% en tiros de campo y 43,6% en triples (máximo de su carrera) en 22,2 minutos por noche. En las dos campañas anteriores tuvo una producción parecida, pero disfrutando de 29,4 y 25,6 minutos en pista. J.B. Bickerstaff está realmente feliz por ello, ya que entiende que ha encontrado su lugar en el equipo.
«Su papel es ser esa chispa desde el banquillo. Salir, hacer tiros abiertos y ser un facilitador cuando la defensa lo dicta. Hemos hecho todo lo posible para simplificar su función. Está comprometido con el equipo y está tratando de hacer lo mejor para el grupo. Se ha convertido en una estrella en su rol», explica el head coach de la organización de Ohio.
Tal está siendo el peso de Osman en el equipo como para promediar en los tres últimos encuentros hasta 20 puntos. A sus 26 años segura sentirse plenamente adaptado, algo a lo que sin duda ha ayudado no albergar duda alguna sobre lo que se espera de él cuando está sobre el parqué.
«Siento un cambio en mí mismo. En el último encuentro salí, hice las jugadas correctas, convertí algunos tiros y apreté para defender. Me siento cómodo en este momento. Me siento confiado. Estoy jugando mi baloncesto. Conozco mi papel. Solo intento hacer lo mejor para el equipo», finaliza.
(Fotografía de Jason Miller/Getty Images)