Sigue el shock en Puerto Rico. Tras el paso de María, el mayor huracán que ha azotado la isla desde 1929, queda muchísimo trabajo por delante para salir poco a poco de una catástrofe que ha registrado numerosas víctimas, enormes pérdidas económicas –la red eléctrica está completamente arruinada – municipios incomunicados y el temor de aquellos que han tenido que padecer esta horrible situación.
Desde el mundo del deporte también se han sucedido las muestras de apoyo hacia todos los damnificados y, especialmente, ha sido emocionante leer el relato de J.J. Barea, quien ha estado muy cerca de todo lo ocurrido en su país.
“Cuando vas a Puerto Rico y vas volando, miras por la ventana y es realmente precioso. El agua es azul. La gente haciendo su día a día, y sientes ese sentimiento”, empezó el jugador para Dallas Morning News. “Estos días, cuando miras por la ventana lo que ves es muerte. La gente está luchando como puede. Fue bueno podeir ir para ayudar, pero sigue siendo muy complicado. Necesitamos un montón de ayuda y va a tardar. Va a ser un largo, largo proceso”.
Barea continuó su relato recalcando “lo horrible de la situación. Ya hemos pasado por cosas, pero nunca antes como esta. La electricidad no es buena de por sí en Puerto Rico. Con una tormenta ya puedes quedarte sin ella durante un par de horas. Ahora se ha puesto realmente mal. Seis meses, quizás un año”.