Jabari Parker ha sufrido dos gravísimas lesiones de rodilla en los tres años que lleva en la NBA. El jugador de los Bucks estaba empezando a mostrar el potencial que siempre se le intuyó cuando la franquicia de Milwaukee le eligió con el número dos del draft justo cuando sufrió su segunda rotura del ligamento cruzado anterior. El diagnóstico inicial indicó que Parker iba a necesitar 12 meses para recuperarse totalmente y volver a pisar las canchas de baloncesto profesional, aunque Parker espera poder batir esa fase y jugar más partidos de los inicialmente previstos la próxima temporada.
«Va a ser divertido, si os digo la verdad», dijo Parker sobre el reto de adelantar su recuperación. «Me encantan los desafíos y me encanta la posición en la que estos ahora mismo», añadió con optimismo. «No quiero ser el mismo jugador que era antes de la lesión. Quiero ser mejor», sentenció.
Parker estaba promediando nada menos que 20 puntos y seis rebotes con 49% de acierto en sus tiros de campo. Su buen ánimo al afrontar su segunda lesión grave (cuando acabe esta temporada solamente habrá disputado 152 partidos en su carrera de un total posible de 246) llama poderosamente la atención y confirma que el jugador está plenamente convencido de su capacidad de triunfar en la NBA incluso después de sufrir dos lesiones que en algunos jugadores han acabado por arruinar su carrera deportiva.