La historia de Jabari Parker es una de esos que todos recordamos con cierta tristeza. A sus 28 años es un chico que llegó a la NBA con la vitola de estrella y al que las lesiones han apagado hasta el punto de dar el paso de marcharse a jugar a Europa, más exactamente al Barcelona de la liga ACB de España. Para muchos podría ser entendido como la aceptación de que ya no está en condiciones de jugar en la competición estadounidense; sin embargo, el de la Universidad de Duke aclara que ve a su actual equipo como uno que sería capaz de plantar batalla en la liga norteamericana.
«Definitivamente así lo creo. Tenemos, esencialmente, tres muchachos que no son sólo jugadores de la NBA, sino jugadores principales. Yo, Tomas Satoransky y Willy Hernangómez. La experiencia nos avala porque hemos estado jugando profesionalmente durante mucho tiempo», comenta en una entrevista concedida a Mundo Deportivo.
Siendo el número 2 del draft de 2014, sufrió hasta dos roturas del ligamento anterior cruzado de la misma rodilla en un lapso de 26 meses (diciembre de 2014 y febrero de 2017). Se recuperó y siguió jugando, pero ya no llegó a ser nunca lo que se esperaba. Ahora inicia un nuevo camino en la Ciudad Condal, donde quiere dar su mejor versión sin pensar en un posible retorno a la NBA, pese a que su contrato incluye una cláusula de rescisión si decide regresar.
«Sólo quiero estar aquí. Lo más importante es no saltarme pasos. Firmé aquí con la intención de darlo todo. Creo que vivir únicamente el momento es muy importante para mí. Por encima de todo, quiero ser parte de un proyecto ganador. Espero que podamos ser uno de los mejores equipos y poner todo lo que tenemos dentro para lograrlo», sentencia
(Fotografía de Maddie Meyer/Getty Images)