Triángulo o no triángulo. Ésa es la cuestión.
La idea shakesperiana ha cobrado más fuerza que nunca en New York, donde surgen cada vez más voces que ponen en cuestión la conveniencia (y la necesidad) de seguir dotando a los Knicks con el triángulo ofensivo.
Y Phil Jackson, quién sino, ha tenido que salir a dar la cara por el sistema que tantísimas alegrías le ha dado en su carrera, pero que se le ha atragantado en la Big Apple cual uva en el último día del año.
¿Obsesión por un base?
Uno de los puntos en los que más se ha insistido en la rumorología baloncestística ha sido el de encontrar un base estrella para completar ese triángulo.
Sin embargo, Jackson no cree que traer un jugador para esta posición sea algo «necesario. Ya que se puede jugar sin él».
Tanto en los Bulls como en los Lakers, «jugamos con un sistema integrado por dos guards, y creo que tuvimos éxito. Pilló por sorpresa a mucha gente en la liga por el modo en el que jugamos. Así funciona, y sabemos que lo hace».
18 millones para agentes
Ésa es la cifra (mínima) con la que van a contar los Knicks en la próxima agencia libre. Pero si lo que dice Jackson es verdad, ni Rajon Rondo ni Mike Conley, los dos con los que se ha especulado de verdad como futuribles, vendrían a formar parte del conjunto neoyorkino.
«Nuestro proceso continúa. Ahora está pasando por un momento más complicado. Pero nuestros deseos pasan por lograr tener un penetrador y alguien que también sepa manejar la posición»», añadió el ejecutivo para ESPN.